Hoy cuando nos encontramos a solo 10 días para la realización de la segunda vuelta de las elecciones a la Presidencia de la República, queremos hacer un vehemente llamado al Gobierno Nacional y al departamental para que en los transcendentales comicios que se avecinan, la gente de nuestra costa pacífica, tenga las plenas garantías de poder salir a votar en paz, sin que ese sagrado derecho se tenga que hacer en medio de presiones o situaciones de violencia, episodios que lamentablemente son de común ocurrencia en esta importante zona de nuestro departamento.
En ese sentido, debemos reconocer que gran parte de nuestros municipios costeros afrontan delicadas situaciones de orden público a consecuencia de las constantes acciones de grupos alzados en armas, cuya presencia se debe a las ilícitas actividades del narcotráfico. Se trata de sucesos que como todos lo sabemos en los últimos tiempos ha ocasionado grandes desplazamientos, además de ser el factor dominante para las muertes y demás episodios de alteración del orden público que a cada momento alteran la tranquilidad ciudadana, lo que es motivo de permanente preocupación para las autoridades.
Hemos querido hacer referencia a esos antecedentes para que entendamos la necesidad de que, en nuestros municipios de la costa Pacífica, como lo son Tumaco, Barbacoas, El Charco, La Tola, Magüí, Mosquera, Olaya Herrera, Francisco Pizarro, Ricaurte, Roberto Payán y Mallama, la fuerza pública despliegue el mayor número de unidades posibles, con el objetivo de garantizarles a sus moradores, el que puedan acudir sin angustias ni temores a las urnas, en este proceso electoral de tanta transcendencia, como lo es la elección de nuestro próximo presidente de la República.
«Estos antecedentes confirman a todas luces que ahora con miras a la segunda vuelta presidencial, la costa pacífica de Nariño necesita con urgencia de la seguridad que solo puede brindar la fuerza pública, en el marco de un proceso tan delicado como lo es la próxima elección en desarrollo de la cual los colombianos conoceremos el nombre de nuestro próximo presidente de la República».
loading...Cuando mencionamos a El Charco de manera obligada tenemos que hacer referencia a las delicadas por no decir graves situaciones de orden público que se han presentado durante el presente año en este municipio, las que incluyen un paro promocionado por los grupos armados ilegales y como lo anotábamos ayer en este espacio editorial, el secuestro de su exalcalde encargado, Jesús David Ureña, de quien hace 45 días no se sabe absolutamente nada, para desesperación y angustia de sus familiares y amigos.
Precisamente, como para ratificar las denuncias en torno a los hechos de violencia que se vienen presentando en vastos sectores de nuestra costa pacífica nariñense y siguiendo con el drama del exalcalde encargado, tenemos que referirnos a que en la noche del martes, cuando en El Charco, se realizaba una velatón con la participación de toda la comunidad, en la que se pedía a quienes lo tengan en su poder, el pronto retorno a su familia, del abogado Jesús David Ureña, desconocidos armados irrumpieron en este evento e hicieron una gran cantidad de disparos contra la comunidad, creando un ambiente de zozobra e incertidumbre entre la comunidad.
Estos antecedentes confirman a todas luces que ahora con miras a la segunda vuelta presidencial, la costa pacífica de Nariño, necesita con urgencia de la seguridad que solo puede brindar la fuerza pública, en el marco de un proceso tan delicado como lo es la próxima elección en desarrollo de la cual los colombianos conoceremos el nombre de nuestro próximo presidente de la República.
Por lo tanto, confiamos en que en estos días que restan para la realización de este transcendental proceso electoral, los gobiernos nacional y departamental, entiendan la urgente necesidad de blindar las elecciones en la geografía costera de nuestro departamento, para impedir que los gestores de la violencia y también de la corrupción, vayan a hacer de las suyas.

