La ciudad bajo amenaza y la falta de respuesta

En los últimos días, Pasto ha sido azotada por una ola de inseguridad que ha afectado a todos los sectores de la ciudad. Desde centros comerciales, corresponsales bancarios, supermercados, hasta el gastrobar de un reconocido influencer, la delincuencia ha dejado su huella en diferentes rincones de la ciudad. Al principio, algunos pensaron que el robo al gastrobar era una estrategia de marketing, pero pronto quedó claro que la situación es mucho más grave. La realidad es que la seguridad en Pasto está al acecho y los ciudadanos viven con una creciente sensación de vulnerabilidad.

La falta de respuesta contundente por parte de las autoridades locales ha generado un clima de desconfianza. A pesar de las promesas del alcalde Nicolás Toro, quien aseguró que los delincuentes «tenían las horas contadas», hasta el momento no se ha visto un verdadero plan de acción para hacer frente a este grave problema. Los ciudadanos, hartos de la inseguridad, exigen una respuesta clara y efectiva de la administración municipal.

Es preocupante que, en un momento en que la ciudad debería estar enfocada en su crecimiento y desarrollo, la criminalidad se apodere de las calles y de los comercios. Los operativos realizados por la Secretaría de Gobierno son aún insuficientes y no logran dar la sensación de seguridad que tanto se necesita. Es fundamental que se implementen medidas más eficaces y sostenibles para frenar el avance de la delincuencia en todos los niveles.

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La seguridad no solo es responsabilidad de las autoridades, sino también de todos los ciudadanos. Sin embargo, es urgente que las fuerzas del orden den señales claras de que la ley y el orden están por encima de la criminalidad. Los habitantes de Pasto merecen vivir en una ciudad tranquila, donde puedan salir a sus trabajos, hacer sus compras o disfrutar de un buen momento sin temer por su integridad.

Este es un llamado a las autoridades locales para que continúen con operativos contundentes y trabajen en un plan de choque real que no solo se quede en promesas, sino que se traduzca en acciones efectivas que devuelvan la tranquilidad a los pastusos. La ciudadanía no puede esperar más. La inseguridad en Pasto es un problema urgente que necesita ser resuelto de inmediato.