Hernán Insuasti Gonzales (Acord)

La ‘C’ reclama ascenso

Desde hace algún tiempo cuando el dirigente Andrés Guapacha solicitó el regreso de la Primera C, miramos con buenos ojos esa posibilidad, ya que era descentralizar el fútbol para las regiones más apartadas de Colombia y con el fin de que los deportistas no salgan de competencia a temprana edad. Ahora cuando el certamen se organizó a regañadientes por la Difútbol al mando de su presidente Álvaro González Alzate, me convenzo más que el campeonato es necesario y que el ascenso debería ser una obligación.

Sé que en muchas zonas del país sueñan con tener un equipo en la Primera B y después dar el salto a la máxima categoría. Si hablamos de mi departamento de Nariño, estoy seguro de que hay como participar y también intentar ganar un cupo al profesionalismo.

En nuestro territorio hubo una gran cantidad de ciudades y equipos que desistieron de participar en la Primera C de este año, torneo que por ahora no da nada excepto un premio económico y trofeos. A ellos los entiendo e incluso ayudé a motivar para que no compitieran porque era un gasto de tiempo y dinero. Sin embargo, los cinco equipos que intervienen por gusto y gana están demostrando y pidiendo a gritos que se determine el ascenso en esta categoría.

 

«El Torneo de la Primera C necesita urgentemente ascenso al fútbol profesional, simplemente porque hay regiones, afición y jugadores».

 

Personalmente he transmitido algunos juegos de ese torneo especialmente con Deportivo La Sabana de Túquerres y Unión Pacífico Sur de Tumaco. El domingo anterior en la ‘Perla del Pacífica’ quedé admirado por la pasión que ha despertado esta competición, ya que allá muchos aficionados acudieron al escenario a observar al representativo de su localidad que logró clasificar a segunda fase tras empatar 1-1. Por su parte, la gente de Túquerres acudió en cinco buses, algunos tipo escalera, así como en vehículos particulares, con el ánimo de alentar a su escuadra.

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Lo anterior me parece fantástico, ya que en realidad hay pasión por este deporte y existe gente que necesita una representación cercana del fútbol para poder disfrutar y respaldar.

Esta clase de competencias debería servir para que las escuelas de formación se fortalezcan con el apoyo de las entidades públicas y públicas, para así sacar talentos para el fútbol y evitar que esas nuevas promesas no tomen los caminos equivocados.

La conclusión es que la Primera C es una gran alternativa, no como está implementada, sino organizada con seriedad para que exista ascenso al balompié profesional de nuestro país.

Por: Hernán Insuasti Gonzales (Acord)