Uno de los grandes acontecimientos en la época Republicana está marcado por una derrota poco comentada en el contexto nacional más por intereses políticos y económicos que otra cosa; la famosa batalla de Bombona en donde el ejército libertador fue derrotado por las tropas realistas que ejercían control militar sobre estas tierras del sur; en el entendido este hecho marco un hito sin precedentes en la historia de nuestro país toda vez que Bolivar sintió ese malestar y esa derrota militar no la pudo compensar sino a través de una marcada revancha política y que le ha costado al departamento de Nariño varias décadas de atraso y que para ser compensado por el gobierno central ha sido un proceso tortuoso.
Según lo manifiesta José Rodrigo Rosero, a principios del mes de abril de 1822, Bolívar con sus ejércitos republicanos cruzaba montañas, valles y praderas en desarrollo de la llamada campaña del sur, adelantada con la intención de conquistar Pasto, una ciudad que le había prestado una de las mayores resistencias en sus intenciones (Más que por el hecho libertador las ventajas que tuvo desde la corona española). Buscó tomarse la ciudad entrando por los lados de Chaguarbamaba (hoy Nariño), pero entrando a Genoy, alertado por uno de sus oficiales, cambió de rumbo y se dirigió por Mombuco (hoy la Florida), Sandoná, Consacá y pasar a Túquerres para alcanzar Quito que era su objetivo final.
Enterados los realistas, con varios pastusos que se habían unido a sus fuerzas para defender las huestes de un lejano rey, liderados por Basilio García, sigilosamente bordearon el volcán Galeras para ubicarse en las estribaciones de la cordillera vecina al río Cariaco en la región de Consacá, para impedir el paso del enemigo. De manera silenciosa esperaron la llegada de los ejércitos republicanos, defendiendo el único paso posible para Bolívar y sus hombres en su cometido de eludir a los pastusos-realistas y su camino poder continuar.
El triunfo de los patriotas en Bomboná, debilitó la resistencia de los pastusos realistas e impidió que los realistas de Quito, recibieran auxilios. Esta batalla, es considerada como una de la más sangrienta de la Independencia, por las grandes e irreparables pérdidas que ocasionó a los contendientes, especialmente en las filas patriotas.
Este acontecimiento es importante, pero más que eso es el hecho de generar realmente cambios en estos hitos y lugares históricos; tanto del Estado Nacional y Regional y más de un gobierno que propende por el cambio; deben volcarse a generar desarrollo desde la óptica del turismo y la industrialización, no se puede concebir que hoy en la zona por ejemplo se produce panela y se procesa tal cual como en el momento de la batalla 200 años y las circunstancias son casi las mismas; que el hecho realmente lleve a esta región a mostrar una faceta más del comienzo de nuestro estado libre y soberano; cambios necesitamos y deben ser estos momentos para recordarlos y también realizarlos mirando al futuro como algo plausible y real, así que queda preguntarnos ¿Que se ganó en esta batalla para esta región del sur?.
Por: Javier Recalde Martínez.
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