Hace tres décadas, Cristina, una apasionada amante de las buenas tortas y galletas, decidió convertir su hogar en el epicentro de delicias endulzadas. Lo que comenzó como una afición personal se ha transformado en Kitty Repostería, una marca en Pasto que conquista paladares con productos de calidad excepcional y sabores que te transportan con solo cerrar los ojos.
En un mercado saturado y altamente competitivo, Cristina ha logrado destacar gracias a sus tortas con recetas novedosas, manteniéndose vigente y cautivando a sus clientes. Aunque no cuenta con un local físico, su enfoque personalizado es la clave de su éxito. Todos los pedidos son atendidos y entregados puntualmente por la propia Cristina, quien ha convertido su cocina en un santuario donde la magia de sus productos cobra vida.
Lo más intrigante de Kitty Repostería es la ausencia de producción en masa. Cristina, con su instinto afinado, selecciona cuidadosamente los pedidos, permitiéndose el lujo de añadir ese toque mágico que asombra a quienes tienen la suerte de probar sus creaciones. Cada pastel lleva consigo una impresión de elegancia, incitando a la curiosidad y despertando el deseo de saborear cada creación única.
El inicio de su travesía en la repostería, enfocada en galletas, fue inspirado por el amor a sus hijos. Inicialmente, las horneaba para sus cumpleaños, pero la exquisitez de sus creaciones no tardó en captar la atención de amigos y familiares, quienes comenzaron a solicitarlas. Las galletas se han convertido en su fuerte, llevando consigo la esencia de la dedicación y el cariño que impregna cada rincón de su cocina.
El verdadero secreto de Kitty Repostería reside en las recetas que Cristina guarda celosamente. Provenientes de su abuela y su madre, estas joyas culinarias son el alma de sus creaciones y un testimonio vivo de la herencia gastronómica que lleva consigo. En un mundo donde la tendencia es revelar todo, Cristina opta por mantener el misterio, elevando sus productos a la categoría de obras maestras culinarias que simplemente deben ser experimentadas para ser plenamente apreciadas.