Junior es campeón de Liga en Navidad y prendió el Carnaval

El triunfo de Junior de Barranquilla sobre Deportes Tolima, por 1-0 en el partido de vuelta, no solo asegura su lugar en la historia del fútbol colombiano, sino que también marca el inicio de las festividades en la capital del Atlántico.

La victoria se suma a un contundente marcador global de 4-0, que permite al conjunto barranquillero alzar su estrella número once en la Liga II 2025. Sin duda, este logro se convierte en el pretexto perfecto para comenzar el Carnaval en ‘La Arenosa’.

Desde el inicio del partido en Ibagué, el equipo dirigido por el técnico Arias mostró su intención de llevarse el título. En la ida, ya había dejado claro su dominio, y ahora, en el Murillo Toro, los tiburones demostraron una vez más su fortaleza. Junior llegó con la motivación palpable de conseguir la victoria y hacer sentir su presencia en un escenario que, tradicionalmente, es complicado para muchos equipos visitantes.

Acciones

Apenas pasaron seis minutos y el Tolima, impulsado por su afición, mostró un ímpetu inicial que parecía demostrar que eran capaces de revertir la situación. Con un despliegue ofensivo desde el comienzo, llegaron hasta tres veces al área rival en esos primeros momentos. Sin embargo, la defensa de Junior, liderada por Didier Moreno, se mantuvo firme, cortando las intenciones del equipo local. A pesar de las oportunidades generadas por jugadores como Castrillón, el gol se les negaba.

La estrategia del Tolima, que intentó buscar un tanto a toda costa, resultó ser un arma de doble filo. El riesgo de lanzar todos sus esfuerzos al ataque les costó caro. Junior, más astuto, aprovechó la oportunidad en su primera llegada clara. A los 17 minutos, José Enamorado, quien se convertiría en la figura del encuentro, recibió el balón, realizó una ejecución precisa y disparó un remate cruzado que terminó en el fondo de la red. Fue un golpe letal para un Tolima que apenas comenzaba a carburar.

La anotación

La afición tolimense, que había llenado el estadio con el eco de sus cánticos, sintió como un puñal este primer gol, similar al impacto que sufrieron durante la final de la ida. Con el marcador global en 4-0, las esperanzas de remontar en la vuelta parecían desvanecerse rápidamente. A pesar de intentar mantener el ánimo en las gradas, los corazones locales encontraron difícil reponerse de la desventaja.

El juego continuó y, aunque Tolima mostró actitud, el gol de Junior parecía inquebrantable. Velásquez, un hombre que mostró destellos de lo que podría ser, tuvo un remate claro hacia el final del partido que se fue desviado. Era una señal de que las cosas no estaban saliendo como esperaban y que, pese a los esfuerzos, la fe en Ibagué se desvanecía poco a poco.

A los 40 minutos, la situación se volvió aún más complicada para el Tolima. La expulsión de Paiva, ocurrida en un contexto polémico, generó un revuelo en la tribuna, pero a estas alturas, ya no había nada que pudiera cambiar el rumbo del encuentro. Junior, bien plantado en la cancha, supo manejar la presión sin sobresaltos, mientras el Tolima luchaba contra sus propios demonios.

Segundo tiempo

El segundo tiempo se convirtió en un mero trámite. Junior optó por replegarse, dejando la iniciativa al Tolima que, presionado y necesitados de un milagro, seguía buscando el gol que nunca llegó. La defensa tiburona, disciplinada y precisa, neutralizó cualquier intento del rival, mientras que los Pijaos no lograban concretar las oportunidades que se presentaban.

El desenlace de la final fue claro: el ímpetu del joven Lucas González no fue suficiente para sustituir la experiencia y la maestría de un equipo como Junior. La lección que se debería haber aprendido en el partido de ida pareció olvidarse rápidamente en una búsqueda desesperada por anotar. Al final, el consuelo de haberlo intentado se diluyó al ver el peso del marcador en el global.

Con este título, Junior se posiciona como el mejor de todos en los cuadrangulares y se corona merecedor de su estrella número once, un triunfo que destaca la calidad del plantel y la labor del cuerpo técnico. Los aplausos resonaron en el Estadio Murillo Toro, una ovación particular para Enamorado, quien se erigió como el gran héroe de este carnaval futbolístico que ya se palpita en Barranquilla. Así, con este éxito, Junior no solo celebra un título, sino que despierta a la ciudad, anticipando la máxima fiesta del Carnaval. ¡Junior, tu papá!