Una creciente alarma ha sacudido a los vecinos del barrio Altos del Chapalito, en el sur de Pasto, donde los juegos infantiles ubicados en el parque de la zona se han deteriorado gravemente, convirtiéndolos en un peligro latente para los niños que los utilizan a diario. La comunidad ha expresado su preocupación ante la peligrosa condición de los equipos de recreación, que presentan alambres sueltos, abolladuras y partes faltantes, lo que representa un grave riesgo para los menores que frecuentan el lugar.
La situación empeora debido a que algunos de los componentes metálicos de los juegos, como aros, barras y pasamanos, han sido sustraídos por delincuentes para ser intercambiados por drogas, lo que aumenta la inseguridad en la zona. «Estos juegos ya no son seguros para nuestros hijos. Cada vez que vienen a jugar, nos preocupamos por su bienestar. Es un peligro constante», expresó un padre de familia, visiblemente angustiado.
Mario Ayte, líder cívico de Altos del Chapalito, ha hecho un llamado urgente a las autoridades municipales para que intervengan de manera inmediata y se hagan cargo de la reparación y el mantenimiento de los juegos infantiles. «Es inaceptable que nuestros niños tengan que jugar en un parque que ya no cumple su función de ser un lugar recreativo y seguro. La Administración Municipal debe actuar pronto para resolver esta situación», enfatizó Ayte.
A la ya alarmante situación del deterioro de los juegos, se suma el aumento de la inseguridad en el parque, que se ha convertido en un punto de reunión para pandillas que consumen alcohol y sustancias psicoactivas durante la noche. Los vecinos aseguran que estas actividades ilícitas ocurren frecuentemente en las horas más oscuras, generando un ambiente de temor e intranquilidad entre los residentes. «Las pandillas toman el parque durante la madrugada. Los vecinos estamos cansados de vivir con miedo. No podemos permitir que esto siga sucediendo», agregó el líder comunitario.