Impulsada por los líderes Daniel Burbano, Alejandra Viteri y Julissa Quintero, el proyecto cambia vidas con encuentros semanales de sanación y propósito.
Desde el 20 de febrero de 2025, cada semana en distintos sectores del municipio de Pasto, un grupo de jóvenes se congrega con una intención clara, sanar heridas, encontrar propósito y crecer juntos como individuos. Esta comunidad, nacida del corazón de tres jóvenes que vivieron un tiempo en Medellín, Daniel Burbano, Alejandra Viteri y Julissa Quintero, busca ofrecer un espacio diferente, libre de estructuras religiosas convencionales, donde prime la conexión espiritual, la palabra de Dios y el crecimiento integral.
Según sus fundadores, la necesidad de esta propuesta emergió al observar la falta de espacios auténticos de acompañamiento espiritual, especialmente para los jóvenes. “Pasto es una ciudad profundamente conservadora, donde la religión ha marcado estructuras que muchas veces limitan más de lo que liberan. Por eso quisimos ofrecer algo diferente, con más libertad, más amor y más verdad”, explica Daniel Burbano, ideólogo de la iniciativa.
Sanación
Los encuentros, que se realizan cada 8 días, giran en torno a tres áreas fundamentales el crecimiento espiritual, el desarrollo personal y la formación financiera. A través de charlas, círculos de conversación, ejercicios de introspección y experiencias compartidas, los asistentes encuentran herramientas prácticas y mensajes de fe que les permiten afrontar sus propias batallas internas y externas.
Para Alejandra Viteri, el proceso ha sido tan transformador como inspirador. “Primero nos tocó sanar a nosotros, reconciliarnos con esta ciudad y con nuestras propias historias. Solo después de eso, sentimos que estábamos listos para compartir y construir comunidad”.
Propósito
Uno de los ejes fundamentales de esta propuesta es ayudar a las personas, especialmente a los jóvenes, a descubrir su propósito de vida desde una conciencia elevada y libre de culpa. “La palabra de Dios está presente, pero no desde el juicio, sino desde la revelación interior. Queremos que cada uno entienda que su vida tiene valor, que hay un plan mayor y que puede vivir con propósito y abundancia”, sostiene Julissa Quintero.
La comunidad ha sido recibida con gratitud y asombro por parte de muchos asistentes. “Nunca había experimentado algo así. En cada encuentro me he sentido acompañado, comprendido y con más claridad para tomar decisiones importantes”, expresó uno de los participantes.
Impacto
A pesar del poco tiempo que lleva en marcha, la iniciativa ya ha tocado la vida de decenas de personas. Los testimonios coinciden en que las sesiones han ayudado a superar duelos, depresiones, bloqueos emocionales y miedos, abriendo camino a nuevas metas, reconciliaciones y sueños.
Además de trabajar en la parte espiritual, los organizadores coinciden en la importancia de fortalecer también las capacidades prácticas de cada individuo, brindando herramientas para mejorar sus finanzas personales, su autoestima, sus relaciones y su liderazgo.

