Padre Narciso

Jóvenes sin proyecto de vida

Con tristeza y desesperanza cada día es más común encontrar estudiantes cursando los últimos grados de bachillerato, que aún no saben qué carrera estudiar, mucho menos a qué se van a dedicar en el futuro, cuántos hijos tendrán, o qué tipo de familia les gustaría formar. Entonces surge la pregunta ¿Qué pasa con nuestros adolescentes que no se preocupan por su futuro? La respuesta la podemos resumir de la esta manera: Una gran cantidad de jóvenes (hombres y mujeres), se encuentran sumergidos en su presente placentero, dominados por los intereses propios de esta edad como la música, el facebook, el internet, el celular, y las fiestas, acostumbrados a recibir gratificación inmediata, y en muchos casos refugiados en un espacio de confort ideado y creado por la sobreprotección de sus padres.

Como noticia de cada día es común enterarnos de adolescentes involucrados en delitos de alto impacto como el robo, el secuestro, la extorsión y el narcotráfico; son personas que pretenden resolver su vida de manera mágica, instantánea y sin tener que ir a un establecimiento educativo; estos jóvenes no entienden que estas actividades al margen de la ley tienen un desenlace lamentable, o quizá sí lo entienden pero en su afán de demostrarse a sí mismos su “invencibilidad”, no les importa las consecuencias de sus actos, simplemente porque piensan que a ellos “no les pasará”.

Tampoco sorprende conocer casos de niños y adolescentes que abandonan sus estudios para ponerse a trabajar sólo porque creen que las instituciones educativas, no son para ellos; más bien digamos que se trata de jóvenes entrenados en la filosofía del mínimo esfuerzo, que cuando se enfrentan a las matemáticas o a materias que requieren realizar lecturas, o simplemente   desarrollar su capacidad intelectual, prefieren renunciar auto-sentenciándose, muchas veces, a un estilo de vida carente de lo más básico para una existencia digna.

Vemos con frecuencia adolescentes adictos al ocio; esta es otra realidad hoy en día, jóvenes que no están siendo productivos en nada: No estudian, no trabajan, no ayudan en sus casas. Solo se la pasan con sus “amigos” recorriendo sin rumbo las calles o parados en las esquinas.

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Como padre de familia se ha preguntado, ¿Qué proyecto de vida tiene mi hijo adolescente?, no sólo se trata de elegir una carrera profesional, es algo mucho más amplio, es en lo que se convertirá este joven el día de mañana. Si no lo ha hecho, lo animo a fomentar en sus hijos desde ya la elaboración de su propio proyecto de vida, si bien es cierto es una tarea que en mucho compete exclusivamente a él, también es cierto que los padres son el mejor modelo a seguir y pueden ser los más grandes motivadores de esta tarea prioritaria en la sociedad actual.

No deje de decirle que estudiar es lo primero, no deje de trasmitirle los valores que le facilitarán el éxito como el respeto, la responsabilidad, el compromiso, la tolerancia, la honradez, etc. Recomiendo también pasar más tiempo con ellos, para asegurarse que están alejados de amigos que no le aportan nada a su vida. Así este joven sabrá decir oportunamente si o no a todo aquello que sea benéfico o amenazante para conseguir sus metas. Su trabajo como padre de familia es convencerlo de la importancia de planear su vida desde ahora.