En un capítulo trascendental para el fútbol de salón colombiano, la Asociación Colombiana de Clubes de Fútbol de Salón, ACFS, ha confirmado con entusiasmo a Javier Rosero Narváez como el estratega en propiedad que liderará la dirección técnica de la Selección Colombia de Clubes en el próximo Campeonato Mundial C20 Masculino. El evento, pautado para desarrollarse en Comodoro Rivadavia, República de Argentina, del 17 al 23 de febrero, promete ser un desafío emocionante para la escuadra nacional.
La elección de Rosero, oriundo de Nariño, no es casualidad. Su experiencia previa al frente del grupo de 20 jugadores durante el microciclo en Bucaramanga en 2023 ha sido crucial en su designación. Su conocimiento detallado del equipo y su habilidad para potenciar el talento individual lo convierten en un líder idóneo para este reto internacional.
Desempeño
Acompañando a Rosero en esta travesía, la ACFS ha confiado en el caucano Freddy Orlando Ortega y en Sergio Andrés Maggiolo, quien desempeñará un papel fundamental como mánager del equipo. Esta trinidad técnica, confirmada oficialmente mediante la promulgación de la Resolución #001 el 8 de enero de 2024, aportará no solo experiencia táctica sino también un enfoque integral para llevar al equipo al éxito en el escenario mundial.
La concentración de los seleccionados está programada para una semana antes del viaje hacia territorio argentino, con Bucaramanga como sede. El itinerario de la expedición tricolor contempla su desplazamiento el 15 de febrero, partiendo hacia Buenos Aires desde donde se transportarán vía terrestre hacia Comodoro Rivadavia, preparándose con intensidad para la competición que les espera.
En un contexto donde la FIFUSA ha reglamentado que solo ocho selecciones participarán en el torneo, la confirmación de Congo y Kenya por África y los representantes sudamericanos (Colombia, Ecuador, Chile, Brasil y Argentina) añade un componente adicional de competitividad.
La expectativa crece a medida que se aguarda la confirmación del último clasificado, generando aún más intriga en torno a un evento que se vislumbra como épico en la historia del fútbol de salón colombiano.