Iván Cepeda denuncia una campaña de desprestigio en su contra y vincula a organismos de inteligencia del Estado

El senador y precandidato presidencial Iván Cepeda denunció públicamente que estaría siendo víctima de una serie de campañas de desprestigio orientadas a socavar su legitimidad política y moral, justo en el contexto de su ingreso formal a la contienda electoral. A través de un video difundido en redes sociales, Cepeda afirmó haber recibido información que calificó como “puntual” y “creíble”, la cual advertiría sobre supuestas maniobras destinadas a vincularlo con hechos de abuso de poder o tráfico de influencias.

Según explicó, este escenario no lo toma por sorpresa, ya que —de acuerdo con sus palabras— anticipó desde el momento en que decidió postularse como candidato presidencial que su aspiración política intensificaría los ataques en su contra. Señaló que esas campañas se han recrudecido recientemente y que forman parte de una estrategia deliberada para afectar su reputación en plena etapa electoral.

Uno de los puntos más delicados de su denuncia es la afirmación de que estas campañas no provendrían únicamente de adversarios políticos, sino que, según la información que dice haber recibido, estarían siendo impulsadas desde organismos de inteligencia del Estado. Cepeda sostuvo que el objetivo sería instalar “escándalos” en los próximos días, con el fin de presentarlo ante la opinión pública como una figura involucrada en conductas ilegales o éticamente reprochables.

Frente a esos señalamientos anticipados, el senador negó de manera categórica cualquier participación en hechos de abuso de poder o tráfico de influencias. En ese sentido, calificó las supuestas operaciones como campañas “cañosas y sucias”, atribuyéndolas directamente a sectores que se oponen a su proyecto político y que, según él, no han logrado derrotarlo en el terreno electoral, político ni judicial.

Cepeda también afirmó que sus opositores estarían intentando involucrar a funcionarios y estructuras oficiales del Estado para afectar su credibilidad, lo que —en su visión— representa una grave amenaza para la democracia y el juego limpio en la competencia electoral. Insistió en que el propósito central de estas acciones sería debilitar su legitimidad política y moral ante la ciudadanía, utilizando el peso institucional de organismos oficiales para erosionar su imagen pública.

En el cierre de su mensaje, el precandidato adoptó un tono desafiante y aseguró que está dispuesto a someterse a cualquier tipo de escrutinio público. Reivindicó su transparencia y afirmó no tener nada que ocultar. Finalmente, remarcó que se considera “invencible en el terreno moral”, dejando claro que, pese a los ataques que denuncia, no piensa retroceder ni dar marcha atrás en su aspiración presidencial.