Por: Carlos Santa María
¿Cómo medir la importancia de la gira del presidente de Irán, Seyed Raisi, y su esposa, la doctora Yamile Alomolhoda, a Venezuela, Nicaragua y Cuba?
Es inmensurable la trascendencia ya que hoy día la nación iraní es un referente a nivel internacional mencionada junto con China y la Federación Rusa, centros fundamentales del nuevo mundo multipolar que emerge como la gran propuesta liberadora de la dependencia euroestadunidense y colonizadora que ha imperado en el orbe por siglos.
Esta visita es un potente mensaje global de unidad con naciones que han sufrido bloqueos, agresiones armadas, acciones genocidas, con el fin de causar hambre y caos para establecer regímenes autoritarios desde el exterior, demostrando que la solidez y el apoyo solidario permiten el bienestar general de los pueblos.
De igual modo, responde al despertar de América Latina que va superando la tragedia de los años setenta donde a sangre y fuego se implantaron golpes militares que destruyeron sociedades completas. Desde el siglo XXI, América soberana ha comenzado a mostrar que ya no es el patio trasero de Estados Unidos y que su único camino es compartir conocimientos, riquezas, resistencia, con países que abogan por su autonomía y verdadera democracia.
La doctora Alomolhoda presentó la obra “Celda No. 14” sobre la tortura y exilio de Ali Jamenei, Líder de Irán y escritor de más de 100 libros, además de reunirse con personas que asistieron al “Congreso de Mujeres influyentes en el mundo” realizado en Teherán, mostrando el papel que desempeña el rol femenino en el continente.
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En Nicaragua se hizo homenaje al teniente coronel Kasem Soleimani, prominente gestor de la paz en Asia Occidental quien luchó contra el terrorismo y fue asesinado bajo órdenes de Donald Trump, recordando que ambas naciones iniciaron su revolución el año 1979.
La realización de convenios en términos justos para desarrollar las riquezas naturales, energéticas, eólicas, nucleares, en ciencia, medicina, tecnología, automovilística, demuestran que cuando la hermandad de los pueblos se privilegia ante la sumisión perversa, los pueblos crecen victoriosamente.