Ipiales sigue en la crisis de la inseguridad, porque los delincuentes sin piedad alguna y en frente de todos roban y las víctimas nada pueden hacer porque son amenazados con armas de fuego.
No se sabe de quién es la culpa si de las autoridades policiales, jueces, Alcaldía o comunidad, porque ninguno ha tomado mano fuerte contra los delincuentes que roban a plena luz del día.
Al parecer los nervios ataca a las personas cuando ven este tipo de hechos, porque no se dignan hacer ninguna maniobra con las víctimas como ocurrió con un mensajero que había llegado a la ciudad de Ipiales desde Pasto a dejar una encomienda, pero los delincuentes lo abordaron, le robaron la moto y la mercancía.
Lo triste de este episodio, que ninguna de las personas actuó, unos transitaban a pie y otros en vehículos, no se conmovieron con nada y los delincuentes se fueron bien campantes. Hecho que ocurrió el jueves anterior en el barrio Santa Cecilia.
Ipiales sino se une, continuará en manos de los delincuentes que los únicos que se salvarán son los policías que andan armados y el alcalde por tener escoltas mientras que la ciudadanía de a pie seguirá a merced de los delincuentes.
Ipiales es la segunda ciudad del departamento de Nariño con el más alto índice de inseguridad, pese a tener una nueva Alcaldía que en campaña se comprometió con la seguridad, parece que se le olvidó porque los atracos son el pan del día.
A ese problema se le suma los homicidios, uno último se registró en un parqueadero, entonces, la primera autoridad del municipio junto como su Policía Nacional, debe implementar otras estrategias que trate de bajar los índices de delincuencia.
Ipiales ya no debe tener compasión con ninguno de los delincuentes debe haber mano dura, es decir que los capturados deben dejarlos tras las rejas por un buen tiempo o que la comunidad haga justicia por mano propia, aunque sabemos que es un delito.
Así mismo que los ipialeños actúen cuando observen a una persona víctima de los delincuentes, no dejarlos solos porque a cada quien nos cuesta conseguir para tener algo y no se justifica que los delincuentes le quiten sus recursos o materiales que han costado como se dice con el sudor de la frente.
Desde años anteriores aparecieron panfletos tanto en redes sociales como en las calles de la ciudad, pero al parecer son hechos por cualquier ciudadano para tratar de amedrentar a los ladrones. Lo cual estos delincuentes no les comieron cuento a las amenazas de los panfletos que señalaban con hacer una ‘limpieza social’, ocurre todo lo contrario.
Los delincuentes serían de nacionalidad venezolana que en compañía de otros desadaptados de Ipiales se integran para cometer toda clase de hurtos como ha ocurrido en pleno centro con las personas que trabajan con el cambio de moneda. Ante toda esa catástrofe de inseguridad que existe en la frontera debe unirse la ciudadanía y comenzar a defender en unión, de lo contrario los atracos seguirán aumentando.
Por: Robert Atis Bernal