El mejor estudiante: Jesús David Yampuezán Burbano, junto a su madre Doris Burbano, su padre Jesús y su hermana Belén Samara Yampuezán Burbano.

Ipialeño logró 476 puntos en las pruebas Saber 11

El joven estudiante, Jesús David Yampuezán Burbano, obtuvo uno de los puntajes más altos del departamento de Nariño.

Jesús David Yampuezán Burbano, estudiante del colegio Champagnat, alcanzó un destacado puntaje de 476 en las pruebas Saber 11 calendario B, realizadas este año. Este resultado lo posiciona como uno de los mejores bachilleres del departamento de Nariño y refleja un proceso de preparación marcado por la constancia, la resiliencia y el respaldo incondicional de su familia.

Disciplina

“En el año de mi graduación anterior obtuve 391 puntos. Como no me alcanzó para ingresar a Medicina, decidí volver a prepararme con más disciplina. Estudié en un IFES en la ciudad de Pasto, con el apoyo de toda mi familia. Me preparé con más ganas, con más convicción, y hoy tengo este resultado que me llena de orgullo”, manifestó Jesús David, quien aspira a convertirse en médico.

Familia

Jesús David no duda en reconocer que su núcleo familiar ha sido clave en este logro. “Mi papá, mi mamá, mi hermana, mis abuelos y mis tíos han estado conmigo en todo este proceso. Siempre me han apoyado, han creído en mí y han sido mi motivación”, expresó con gratitud.

En particular, resalta el rol de su madre, Doris Burbano, docente de inglés en instituciones educativas del sur del departamento, conocida por liderar proyectos pedagógicos innovadores en su área. “Mi mamá es muy importante en mi vida, desde que era pequeño me enseñó valores, me ayudaba con las tareas, me impulsaba a ser disciplinado, a no rendirme nunca. Aunque no me gusta mucho el inglés, soy bueno en eso gracias a ella”, dijo con orgullo.

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Ser médico

Con este resultado, Jesús David se siente más cerca de su sueño: estudiar Medicina. Reconoce que el camino no ha sido fácil, pero insiste en que la perseverancia y la fe hacen la diferencia. “Invito a otros jóvenes a que no se rindan. Si en un intento no lo logran, sigan adelante. Yo soy testimonio de que sí se puede, si se trabaja con constancia, con el apoyo de la familia y con un objetivo claro”.

Su historia, más allá del puntaje, es un ejemplo de superación personal y de cómo los valores inculcados en casa, sumados al esfuerzo individual, pueden abrir grandes puertas para el futuro.