En seco, así tuvo que frenar un aficionado al ciclismo cuando iba caminando por el andén y la ciclovía a tan solo 3 metros de distancia. Esta clase de hechos me lleva a ratificar mi posición de rechazo contra algunos usuarios de este vehículo por la falta de cultura ciudadana y la carencia de respeto por los demás.
Anteriormente no existía la cantidad de ciclovías para estos usuarios y ni así era entendible que usaran los andenes para movilizarse. Pero, ahora se convierte en una irresponsabilidad y un acto en contra de la ciudadanía.
No son los únicos actores viales ni vehículos que existen en Pasto, somos un conglomerado de personas que deseamos transitar tranquilamente por un andén porque es un espacio reservado para ello.
Hay muchos movimientos ciudadanos que solicitan respeto por los usuarios de bicicletas, ya que los automóviles los suelen acorralar en las esquinas de las calles, peligrando su vida. Pero cuando la vida que peligra es de otros, no he visto campañas por parte de estos movimientos instruyendo a los aficionados al ciclismo a respetar a los peatones.
En este sentido pareciera que existe una lucha hipócrita que solamente se protege su vida, su seguridad, sus vehículos y los demás podemos pasar el susto de sentir una bicicleta a escasos centímetros, mientras la ciclovía está vacía totalmente dispuesta a recibirlos a todos.
No seamos tan convenientes y no pidamos lo que no damos. Los movimientos han sido los protagonistas para solicitar que se coloquen separadores, respetar el metro y medio en la vía y establecer rutas seguras, por lo tanto me pregunto ¿cuáles son las rutas seguras para los peatones? Si hasta los andenes los ocupan manejando a la velocidad que desean.
Hace falta más control por parte de las autoridades para que personas que usan bicicleta se acojan a lo que tanto han pedido por años y que cada vez la ciudad lo ha implementado más que son las ciclovías.
El hecho de movilizarnos en un vehículo alternativo de menor tamaño no implica que podemos transitar como entes aparte de toda ley o cultura.
Así como ocurre en la Avenida Santander se ha instalado un dispositivo que contabiliza la cantidad de bicicletas que atraviesan la ciclovía, el cual solamente se activa y modifica su cuenta cuando el vehículo pasa exactamente dentro de este espacio. Sin embargo, en esta calle nuevamente evidenciamos que los usuarios optan por manejar en la vía de automotores y motos esquivando a los vehículos y zigzagueando para pasarlos.
Hago un llamado a la comunidad para que tengamos más tolerancia. Hace mucho tiempo no mirábamos que hombres se peleaban en plena calle porque sus vehículos se golpearon, una imprudencia de ambos hace quedar en ridículo a estas personas frente a toda una ciudad.
Por: Johana Gil Bolaños

