La tranquilidad habitual de la vereda Candelilla Río Mira, en el municipio de Tumaco, se transformó en angustia y desesperación tras la desaparición de una niña de apenas cuatro años que cayó al río y no ha sido localizada desde entonces. El hecho, reportado por la Junta de Acción Comunal del sector, ocurrió cuando la menor jugaba cerca del afluente acompañada por sus hermanitos y amiguitos.
La niña fue identificada como Kilhia Rhiana, y según las primeras informaciones entregadas por líderes comunitarios, el accidente ocurrió en horas de la tarde de este domingo. “La menor estaba jugando con otros niños en la orilla del río cuando, de un momento a otro, cayó al agua. Desde ese instante no se ha vuelto a saber de ella”, señaló un vocero de la Junta.
El trágico suceso ha generado una profunda consternación y desolación en toda la comunidad, que desde ese momento no ha cesado en su intento por ubicar a la menor. Pese a los esfuerzos de vecinos y familiares, hasta ahora no se tienen noticias sobre su paradero.
Desde la Junta de Acción Comunal de Candelilla Río Mira se ha hecho un llamado urgente y desesperado a las instituciones públicas, autoridades locales, organismos de socorro, empresas y comunidades aledañas para que colaboren en las labores de búsqueda y rescate.
“Solicitamos apoyo de todas las entidades, organizaciones y personas que puedan brindar ayuda técnica o humana. Es fundamental encontrar a la niña cuanto antes”, expresaron en un comunicado emitido en la mañana de este lunes.
Asimismo, los líderes comunitarios han solicitado la presencia de organismos especializados, como la Defensa Civil, la Cruz Roja, Bomberos y la Armada Nacional, para intensificar la búsqueda en el río y sus alrededores, teniendo en cuenta las condiciones complejas del terreno y las corrientes.
Hasta el momento, no se ha confirmado la llegada de equipos de rescate al lugar, lo que ha generado malestar y preocupación entre los habitantes de la vereda, quienes temen que el tiempo juegue en contra para lograr un desenlace esperanzador.
«Nos sentimos olvidados. Aquí no hay presencia constante del Estado, y cuando pasan estas cosas, nos damos cuenta de lo solos que estamos. Pero no vamos a dejar de buscar», dijo uno de los familiares de la menor desaparecida, visiblemente afectado. El caso de Kilhia Rhiana vuelve a poner sobre la mesa una preocupación recurrente en zonas rurales de Tumaco y otras regiones de la costa pacífica: la falta de infraestructura segura y de programas efectivos de protección a la infancia. Muchos niños y niñas en estas comunidades crecen expuestos a peligros naturales, sin medidas de prevención adecuadas ni supervisión institucional.
