No es la primera vez en los últimos años que nuestro Departamento de Nariño queda aislado del resto del país ante bloqueos que han tenido como escenario la vía Panamericana.
En efecto, a través de los años esta vía tan importante para nuestra región ha quedado cerrada por protestas de los indígenas, paros de diverso tipo, la pandemia de la Covid-19, el estallido social y ahora el gigantesco deslizamiento que se precipitó sobre la carretera en el sector de Rosas, en el Departamento del Cauca.
En cada una de esas oportunidades, los perjuicios han sido enormes, con pérdidas incalculables para nuestros diferentes sectores, como sucede en estos momentos en la geografía nariñense duramente golpeada en numerosos frentes por este cierre que ya va a completar un mes.
Es ante, la emergencia que hoy nos azota, cuando de manera obligada tenemos que volver a pensar en las grandes obras que durante mucho tiempo han servido de “caballito de batalla” a diversas campañas políticas, tanto en Nariño como en el vecino Departamento del Cauca, como es el caso de la Doble Calzada.
También, en medio de este cierre que nos tiene envueltos en una crisis económica de enormes proporciones, recordamos como desde hace muchos años, los geólogos habían advertido y lo han venido haciendo durante cantidades de años, de la gigantesca y, por ende, gigantesca falla geológica que se localiza en el sector de Rosas, por lo que nunca ha sido una buena idea construir en ese sector caucano.
«Se requiere que haya un trabajo concertado entre los representantes de los diferentes gremios del Departamento, el comercio y los sectores políticos, en especial para que el Gobierno Nacional tenga en su próxima visita una completa visión de la gravedad de la crisis que nos azota. Es una acción que se debe hacer de manera unida, dejando a un lado intereses y diferencias personales y políticas, en pro de Nariño y su gente».
Pero, lamentablemente, como es costumbre en nuestro país, en este tipo de situaciones, han predominado los intereses politiqueros y es así como en diferentes épocas, los políticos de turno en el Cauca, han desatendido esas advertencias, a la vez que se han hecho los de la “vista gorda”, con los proyectos de construcción de variantes al considerar que una nueva carretera, convertiría a Rosas y otros municipios del Cauca, en verdaderos pueblos fantasmas.
Por ello, es que ahora estamos viviendo las consecuencias de esta desidia intencional, lo que se refleja para el Departamento de Nariño, en una gigantesca crisis económica, cuyos comunes denominadores se reflejan en la ciudad de Pasto y en varios municipios con un gran desabastecimiento y una especulación sin precedentes en los precios de varios artículos.
Ante episodios y pérdidas tan graves, el Consejero presidencial para las regiones, Luis Fernando Velasco informó en las últimas horas que, en la próxima semana, el señor Presidente de la República, Gustavo Petro, visitara la próxima semana a la capital nariñense, donde posiblemente presida una reunión de su gabinete, para entrar a tomas las medidas que se requieren para hacerle frente a la difícil situación por la que atraviesan los nariñenses, debido al bloqueo de la vía Panamericana.
En ese sentido, nuestro llamado es para que aprovechemos al máximo, la visita del mandatario nacional y sus altos representantes, para exponerles de manera seria, mesurada y real, los detrimentos que sufre esta región sur de Colombia, por el aislamiento que afecta a Nariño desde hace casi un mes.
Para ello, se requiere que haya un trabajo concertado entre los representantes de los diferentes gremios del Departamento, el comercio y los sectores políticos, en especial para que el Gobierno Nacional tenga en su próxima visita una completa visión de la gravedad de la crisis que nos azota. Es una acción que se debe hacer de manera unida, dejando a un lado intereses y diferencias personales y políticas, en pro de Nariño y su gente.

