Ingeniería que se siente: cómo el diseño centrado en las personas está redefiniendo la tecnología en Colombia

  • Colombia está viviendo una revolución silenciosa dentro de su ecosistema digital. No viene de un nuevo dispositivo, ni de un algoritmo más veloz, ni de otra app que prometa “cambiarlo todo”. La verdadera transformación está ocurriendo en un lugar mucho más profundo, el diseño centrado en las personas, la idea de que la tecnología sólo funciona cuando se siente natural, humana y emocionalmente satisfactoria.
  • Y los datos lo confirman. La Experiencia de Usuario (UX) la forma en que una persona percibe, siente y responde al interactuar con un servicio digital se ha convertido en el nuevo punto de partida del desarrollo tecnológico. La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) revela que la penetración de internet en Colombia llegó al 68,3 % en 2023, y este crecimiento aceleró un fenómeno imparable, los colombianos ahora evalúan cada plataforma por su simplicidad, velocidad y claridad. No se perdona la fricción. El 88 % de los usuarios no vuelve a un sitio después de una mala experiencia, y el 53 % abandona una página si tarda más de tres segundos en cargar, según HubSpot.
  • Esto no es solo un reto técnico, es un reto emocional. Como explican expertos de la Escuela Superior de Empresa, Ingeniería y Tecnología (ESEIT) de la red internacional Planeta Formación y Universidades, “la ingeniería dejó de ser solo código. Hoy es psicología, comportamiento humano, empatía. La pregunta ya no es qué tan potente es la tecnología, sino qué tan humano se siente usarla”.
  • Los números acompañan la tendencia. En los últimos cinco años, los canales digitales del sistema financiero colombiano multiplicaron su uso, pasaron del 19,9 % al 62,9 % de todas las operaciones monetarias, según Banca de las Oportunidades. El país ya no es espectador, es protagonista digital. Pero con crecimiento viene exigencia. Asobancaria advierte que la medición de la experiencia de usuario es ahora un factor determinante para la satisfacción del cliente, la retención y la competitividad.
  • Y mientras las grandes plataformas globales han convertido el diseño centrado en las personas en su arma secreta Amazon con búsquedas hiper intuitivas, Uber simplificando pagos, Gmail apostando a la velocidad y en Colombia ya vemos casos propios. Rappi, por ejemplo, redujo en un 38 % el abandono de nuevos usuarios y aumentó en un 45 % el cross-selling después de rediseñar su arquitectura de información para eliminar fricciones. La ingeniería funciona cuando desaparece; cuando lo difícil se vuelve obvio.
  • La próxima ola será aún más demandante. Con la expansión de tecnologías inmersivas, el país se prepara para que la realidad aumentada (AR) y la realidad virtual (VR) entren al navegador como si fuera lo más normal del mundo. Statista proyecta que 45 % de las grandes marcas integrarán experiencias AR o VR en 2026, lo que obligará a ingenieros, diseñadores y empresas a reconstruir sus plataformas desde la sensibilidad humana, no desde la velocidad de desarrollo.
  • Para el ecosistema laboral esto implica una demanda urgente. ManpowerGroup Colombia ya identifica al especialista en UX como uno de los perfiles más buscados del país. Y no es casualidad, cada dólar invertido en UX puede generar entre 2 y 100 dólares de retorno, según Forrester Research. El diseño dejó de ser un valor agregado; hoy es un motor económico.
  • Pero detrás de esta revolución no hay pantallas. Hay personas. “Una buena interfaz es invisible”, afirman expertos de ESEIT. “Cuando la tecnología se siente natural, el usuario no piensa en botones, piensa en lo que quiere lograr. Ese es el verdadero poder del diseño centrado en las personas”.
  • Así, Colombia avanza hacia un futuro donde la ingeniería ya no es solo cálculo, sino emoción. Donde una app no se mide por lo que hace, sino por lo que hace sentir y donde las empresas que entienden este cambio no solo ganan usuarios, sino algo aún más valioso, su confianza. En un país que se digitaliza a gran velocidad, la ingeniería del futuro será aquella capaz de crear tecnología que se siente humana, por eso, desde ESEIT, esta visión se trabaja formando ingenieros capaces de unir técnica y sensibilidad, programas que integran UX, pensamiento centrado en las personas, diseño emocional, desarrollo de habilidades blandas, data ética y creación de soluciones que resuelven necesidades reales desde la empatía. En ESEIT, la ingeniería deja de ser solo código para convertirse en conexión.