EDITORIAL

¡INCUMPLIDOS!

El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, y el de Colombia, Iván Duque, engañaron a nuestro país y en especial al departamento de Nariño con la supuesta reapertura de la frontera, principalmente del Puente Internacional Rumichaca.

 

Los comerciantes del municipio de Ipiales y de toda la región quedaron consternados por la determinación ecuatoriana de solo permitir el paso del conductor correspondiente al transporte de carga pesada en esta nueva fase de reapertura de la zona fronteriza.

Cuando todos estaban ilusionados porque nuevamente se iba a recibir a los vecinos ecuatorianos y se podía dar paso para que los turistas lleguen a Nariño para así reactivar la economía, nuevamente los comerciantes quedaron con los ‘crespos hechos’, debido a que el presidente Guillermo Lasso los engañó.

La ilusión de que el Puente Internacional Rumichaca permitiera el paso de turistas y así lograr nuevamente el movimiento comercial quedó solo en un sueño que poco a poco lastimosamente se desvanece por la falta de seriedad entre los mandatarios de los dos países que muy poco entienden la situación que actualmente vive el departamento de Nariño por la falta de visitantes del Ecuador.

 

«Otra vez el gobierno de Ecuador dejó ilusionados a los comerciantes de Ipiales con la posible reapertura de la frontera. Ahora solo resta que durante diciembre entre los nariñenses apoyemos a los negocios locales con la compra de productos de la región para intentar solventar la crisis ocasionada por la pandemia».

 

Otra vez, como el primero de diciembre de este año, se opacó la esperanza de que llegaran los turistas a nuestro territorio para lograr la reactivación comercial de Nariño. Es que si algo ha afectado al departamento, principalmente al municipio de Ipiales, es la falta de visitantes que a decir verdad es una necesidad permanente para lograr que la economía de la región fluya.

En Nariño los comerciantes están disgustados y esto se debe a que la esperanza de que el paso peatonal del Puente Internacional Rumichaca sea una realidad. El presidente de Colombia, Iván Duque, prometió que en estas fechas, las cuales son primordiales para la economía, se logrará el intercambio comercial, pero esto quedó en el imaginario de los nariñenses, porque lastimosamente el mandatario Guillermo Lasso decidió que no era el momento y para rematar simplemente ilusionó a la gente con una supuesta reapertura.

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Hasta el momento no se modifica nada de lo que ya se tenía acostumbrado y al contrario se limitó la economía del municipio fronterizo a las compras de los mismos nariñenses para intentar solventar un año de crisis económica que vive la región.  

En ese sentido se pensó en que esa apertura desde el primero de diciembre se iba a constituir en una verdadera bendición para el comercio ipialeño, puesto que permitiría aprovechar a plenitud la temporada navideña y de fin de año. Pero, como todos lo sabemos, a pocas horas para cumplirse ese plazo el Gobierno de Ecuador se echó para atrás en lo que se había dicho y de esta manera la frontera colombo-ecuatoriana no se abrió como se esperaba con ansiedad del lado colombiano. Ahora el 15 de diciembre nuevamente se apagó la ilusión porque el paso peatonal quedó en veremos y a la expectativa de que en enero se pueda lograr.

Quedó atrás la posibilidad de que el comercio logre recuperarse después de año y medio de pandemia y de falta de compradores extranjeros en el municipio de Ipiales.

Solo resta esperar que se continúe con la apertura de las fases y que a comienzos de 2022 se permita el paso de peatones desde el vecino país de Ecuador y de esta manera lograr que el próximo año inicie con el pie derecho, logrando la reactivación económica que tanto necesita el departamento, principalmente Ipiales, para superar la crisis que nos dejó la pandemia del Covid-19.