Un devastador incendio se desató en el municipio de Santa Bárbara de Iscuandé, en el barrio Viento Libre, dejando un saldo de al menos 30 viviendas completamente destruidas.

Incendio consumió 30 viviendas en el municipio de Santa Bárbara de Iscuandé

Un devastador incendio se desató la noche del jueves en la cabecera del municipio costero de Santa Bárbara de Iscuandé, en el barrio Viento Libre, dejando un saldo de al menos 30 viviendas completamente destruidas por las llamas. Afortunadamente, no se registraron víctimas fatales ni heridos graves, aunque más de 200 personas se vieron afectadas por la tragedia y perdieron la totalidad de sus enseres.

El incendio se originó, según versiones preliminares, por un accidente provocado por una vela encendida. De acuerdo con declaraciones de José María Estupiñán, líder comunitario de la zona, el fuego comenzó después de que se fuera la energía eléctrica en el municipio y, al restablecerse el servicio, una vela encendida habría causado la conflagración.

«Se fue la energía y al regresar parece que alguien tenía una vela encendida y la vela se consumió y ahí fue la situación», indicó Estupiñán.

Características

El rápido avance del fuego fue facilitado por las características de las viviendas en el sector, la mayoría construidas con materiales altamente inflamables como la madera. La propagación de las llamas fue casi inmediata, afectando a las viviendas cercanas y reduciéndolas a escombros en cuestión de minutos.

Los residentes, en un estado de angustia y desesperación, lograron salir a tiempo, lo que evitó víctimas mortales. Sin embargo, la magnitud de la tragedia dejó a las familias sin hogar y sin la posibilidad de salvar sus pertenencias.

La tragedia afectó a un centenar de personas, quienes, además de perder sus viviendas, vieron cómo se desvanecían sus bienes esenciales. Se estima que más de 200 personas quedaron en la calle, sin un techo bajo el cual resguardarse, lo que ha generado una urgente necesidad de apoyo humanitario por parte de las autoridades locales y departamentales.

Intervención

Aunque el incendio fue controlado gracias a la valiosa intervención de los bomberos y la solidaridad de los vecinos, las pérdidas materiales fueron irreparables.

La comunidad jugó un papel clave en la gestión de la emergencia, al colaborar en la evacuación de las viviendas afectadas y proporcionar refugio a quienes lo perdieron todo. “A pesar de la tristeza y el desconcierto, la solidaridad entre los habitantes fue fundamental”, comentó Estupiñán.

Entre los espacios afectados por el incendio se encuentra la biblioteca local, un centro de aprendizaje que, por su proximidad al lugar del siniestro, fue gravemente afectado por el humo y las llamas. Este hecho constituye un reto adicional para las familias, especialmente para los niños y jóvenes que solían hacer uso de este lugar para sus actividades académicas y recreativas.

Esperanza

Las autoridades departamentales y locales ya han sido informadas sobre el desastre, y se espera que se brinden soluciones urgentes a las personas afectadas. La comunidad de Santa Bárbara de Iscuandé, aunque golpeada por el dolor de la tragedia, mantiene la esperanza de recibir el apoyo gubernamental necesario para superar esta difícil situación.

En este sentido, se hace un llamado a las autoridades para que fortalezcan las medidas de prevención y respuesta ante incendios, así como a mejorar las infraestructuras en las comunidades más expuestas.