Una cajetilla ilegal cuesta alrededor de $8.400 pesos, mientras que una de contrabando cuesta la mitad.
Los nuevos impuestos sobre el tabaco han aumentado el contrabando de cigarrillos en Antioquia, lo que ha tenido un impacto negativo en la salud pública y las finanzas del departamento. Miles de consumidores han optado por el contrabando debido a los aumentos en los aranceles que han elevado los precios de las cajetillas legales.
En medio de esta situación, se llevan a cabo dos detenciones y una importante confiscación en un operativo llevado a cabo en la vereda Balsilla del municipio de San Juan de Urabá. Los agentes de la Policía Fiscal y Aduanera (POLFA) y el Ejército Nacional llevaron a cabo una operación en la que dos individuos fueron arrestados por transportar ilegalmente 60.750 cajetillas de cigarrillos marca Rumba.
Pero el problema no se limita a las incautaciones. De acuerdo con estadísticas recientes del Grupo Operativo de la Subsecretaría de Ingresos, en Antioquia se han confiscado cigarrillos por un valor de $134.300 millones durante el período de enero a julio de este año, con Medellín y el Valle de Aburrá como las áreas con mayores confiscaciones.
El año pasado, el 35% de los cigarrillos vendidos en el país eran ilegales y, debido al arancel, se prevé que siga aumentando.
La significativa disparidad de precios entre las cajetillas legales e ilegales sigue alimentando el mercado ilegal. Los consumidores principales son personas de clases bajas y zonas rurales, mientras que una cajetilla ilegal cuesta alrededor de $8.400 pesos.

