El espíritu de la paz y la unión se apoderó de Nariño con la inauguración del segundo encuentro deportivo por la Paz, un evento que reúne a más de 1.200 niños, niñas y adolescentes en una serie de jornadas escolares complementarias. Este significativo encuentro, que se lleva a cabo simultáneamente en tres localidades —Pasto, en el Parque Chapalito; Tumaco e Imues—, ha sido organizado por la Caja de Compensación Familiar de Nariño (Comfamiliar) a través de sus programas especiales en diversas modalidades deportivas, que incluyen baloncesto, fútbol, microfútbol y ajedrez.
Convivencia
Durante la ceremonia inaugural, el director de Comfamiliar de Nariño, Sergio Agustín Suares Nieves, subrayó la importancia de estas jornadas para la integración de estudiantes de diferentes municipios. «Este evento no solo promueve el deporte, sino que también fomenta la convivencia pacífica y el trabajo en equipo entre los jóvenes de nuestra región. Es una oportunidad para que los niños y adolescentes desarrollen habilidades deportivas, pero también para que aprendan valores fundamentales como la solidaridad, el respeto y la responsabilidad», afirmó.
La iniciativa busca proporcionar un espacio seguro y saludable que permita a los jóvenes alejarse de la violencia y la desigualdad que han afectado a la región en los últimos años. Al ofrecer actividades deportivas, la organización espera no solo contribuir al desarrollo integral de los participantes, sino también incentivar su interés por el deporte y el trabajo en equipo, que son esenciales para su formación personal y social.
Herramienta educativa
Cada modalidad deportiva en la que participan los jóvenes no solo proporciona entretenimiento, sino que actúa como una herramienta educativa. El fútbol, por ejemplo, enseña a los jugadores sobre el trabajo en equipo y la estrategia, mientras que el ajedrez promueve el pensamiento crítico y la toma de decisiones. Estos deportes permiten a los jóvenes experimentar el triunfo y la derrota, lo que les ayuda a desarrollar una mentalidad resiliente y a comprender la importancia del esfuerzo y la dedicación. La participación de más de 1.200 jóvenes de distintas localidades en este encuentro se presenta como un claro ejemplo de cómo el deporte puede ser un motor de cambio social. Los organizadores esperan que esta iniciativa inspire a otros a unirse a la causa y contribuya al fortalecimiento de la comunidad a través del deporte. La inclusión de niños y adolescentes de diversas procedencias y contextos sociales es fundamental para construir la cohesión y el sentido de pertenencia en Nariño.

