Jaime Goyes Andrade

Importante reflexión

Por: Jaime Goyes Andrade

Leí en las redes sociales un texto muy interesante, desconozco el autor, pero encierra mucha verdad en sus letras.

“Hay mucha gente que se pregunta ¿Como  hacían los papás de antes para mantener a tantos hijos?». Pues les digo, fuera de que la capacidad adquisitiva era igual o menor en esos tiempos. Los padres de antes tenían un secreto y se los voy a compartir: ‘No gastaban en cosas superficiales’.

A nosotros nunca nos faltó nada, porque se nos compraba lo necesario, teníamos la ropa necesaria, no la de moda.

Los juguetes eran esperados en Navidad y cumpleaños, no cuando los pidiéramos ni por portarnos bien, o pasar las materias de la escuela, esa era nuestra responsabilidad. Y era un ‘intercambio’ justo. Ellos nos daban comida y sustento, y nosotros nos preparábamos para cuando ellos nos hicieran falta.

Al paso que van, los niños van a querer un sueldo por cumplir con sus labores.

Ahora a los niños se les da toda clase de premios y reconocimientos. ¿Medallas de participación? ¿O sea premios por existir?

Por eso tú que eres padre de familia te vuelves casi en esclavo de tus hijos, unos hijos que casi no ves por trabajar para ellos.

Y en tu afán de darles todo, lo único que has conseguido es tener a un pequeño jefe bien vestido, mal educado, con mal carácter, que cree que merece todo, pero inseguro y con baja autoestima. Niños con el closet lleno, y el interior vacío. Tu hijo no necesita todos los juguetes.

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Tu hijo no necesita los tenis más costosos, ni ropa de marca. Tú hijo te necesita a ti, dale tú tiempo.

La segunda pregunta del tema que más se hacen es «¿De dónde sacaban los papás de antes la paciencia para aguantar tanto?

No había tolerancia, nos portábamos bien sí o sí, había disciplina. Por educación no te tiras al piso, por educación no gritas en el centro comercial, por educación no contestabas, por educación respetaba las cosas ajenas, y un interminable etcétera.

Entiendo que quieran ser amigos de sus hijos, pero primero sean sus padres, edúquenlos

Yo no sería amigo de alguien que llora por nada, no me respeta o me hace pasar un mal tiempo ¿Tú sí?”

Sin duda, un mensaje que encierra mucha sabiduría y reflexión, felicito al escritor, aunque en las redes sociales no indican quién es el autor.

Email: goyesandrade@gmail.com