El actual gobierno de Gustavo Petro, ha planteado una agenda económica y social con un enfoque transformador bajo el concepto del «Pacto por la Vida» y el «Cambio Total». Esta visión incluye una transición hacia una economía más sostenible, equitativa y diversificada, alejándose de la dependencia histórica de los combustibles fósiles y priorizando sectores como la agricultura, la industria verde y las energías renovables. Sin embargo, esta estrategia también enfrenta importantes retos tanto para la economía nacional como para los empresarios. A continuación, te detallo los principales desafíos proyectados para el 2025 y los impactos que tendrán para los empresarios estos ajustes.
En Transición energética, las empresas vinculadas al sector de hidrocarburos enfrentarán una disminución en inversiones y oportunidades de negocio tradicionales; se requerirá una rápida adaptación a nuevos modelos de negocio basados en energías renovables (solar, eólica, hidráulica), lo que implica grandes inversiones en tecnología y capacitación.
En materia Tributaria y Fiscal, tendrán un incremento en la carga fiscal para medianas y grandes empresas, lo que podría reducir márgenes de ganancia; también la necesidad de optimizar costos y buscar nuevas formas de generar valor en un entorno de menor rentabilidad; en materia laboral, un mayor costo laboral, lo que podría afectar especialmente a pequeñas y medianas empresas (PYMES) y generar nuevas fuentes de empleo; también la necesidad de ajustar estructuras organizacionales para cumplir con las nuevas normativas.
En materia de Relaciones y Comercio Internacional, posible reducción de exportaciones hacia mercados tradicionales si se modifican tratados comerciales, en especial con Estados Unidos; por lo cual hay la necesidad de explorar nuevos mercados internacionales, especialmente en América Latina y Asia.
En materia de Sostenibilidad y Medio Ambiente, restricciones más estrictas para actividades agrícolas, mineras y ganaderas que afecten el medio ambiente; la necesidad de adoptar prácticas sostenibles, lo que puede implicar costos iniciales elevados; aunque hay una oportunidad importante para las empresas que adopten modelos de economía circular y sostenibilidad podrían diferenciarse en el mercado y acceder a financiamiento internacional.
Desde la perspectiva económica se sienta ya una Inestabilidad y Falta de Confianza Inversionista. generando incertidumbre entre algunos inversionistas nacionales e internacionales, quienes temen una mayor intervención estatal y cambios regulatorios abruptos.
En cuanto a la Agroindustria y Soberanía Alimentaria el gobierno ha promovido la idea de una «economía campesina» y la soberanía alimentaria, priorizando el apoyo a pequeños productores y reduciendo la importación de alimentos, esto también es una oportunidad para las empresas que adopten modelos inclusivos y colaboren con pequeños productores, podrían beneficiarse de subsidios y reconocimiento social.
Así que para el 2025, los empresarios en Colombia enfrentarán un entorno económico marcado por cambios significativos impulsados por el gobierno de Petro y esperemos que el ajuste ministerial apunte a lograr lo propuesto en sus metas.
Por: Javier Recalde Martínez.

