En medio de las proyecciones del Ideam a cargo de la dirección de La científica Ghisliane Echeverry Prieto sobre el desarrollo del Fenómeno de La Niña, que se espera se consolide entre junio y agosto de este año, la preocupación por las posibles consecuencias aumenta. Las regiones Caribe, Orinoquía y Amazonía están en alerta ante el pronóstico de lluvias por encima de lo normal, lo que plantea riesgos significativos de inundaciones, crecientes súbitas y movimientos en masa.
En este contexto, la Procuraduría General de la Nación ha emitido una circular para recordar y reforzar los deberes y obligaciones de las autoridades frente a este fenómeno climático. La experiencia del pasado, especialmente durante el Fenómeno del Niño, donde se evidenciaron falencias en el manejo de emergencias, sirve de lección para el presente.
Implementan acciones
La Directiva 04 de 2024, emanada por el Ministerio Público, enfatiza la importancia de la preparación y prevención ante los posibles impactos del Fenómeno de La Niña. Se exhorta al Gobierno Nacional y a las autoridades competentes a implementar acciones para la mitigación y atención de desastres, así como a mantener actualizado el Sistema Nacional de Información para la Gestión del Riesgo de Desastres.
La comunicación también hace hincapié en la necesidad de actualización y socialización de los Planes de Emergencia y Contingencia, con énfasis en la garantía de sistemas de alertas tempranas y recursos necesarios. Asimismo, se insta al Ideam a resolver los problemas de acceso a la información y a los organismos responsables a ejecutar medidas para asegurar el suministro de agua y la continuidad de actividades relacionadas con energía eléctrica e hidrocarburos.
Acción coordinada
La circular de la Procuraduría también especifica los deberes y obligaciones de las alcaldías municipales, distritales y las Corporaciones Autónomas Regionales, subrayando la importancia de una acción coordinada y eficaz en todos los niveles de gobierno. En medio de la incertidumbre y los desafíos que plantea el Fenómeno de La Niña, la respuesta anticipada y coordinada es fundamental para reducir al mínimo los riesgos y proteger la seguridad y bienestar de la población.