Quiero hacer un homenaje y merecido reconocimiento a esas mujeres que con tesón paulatinamente, lentas, pero con paso firme van dejando huellas en el mundo actual, ya que desde hace mucho tiempo atrás han hecho historia al lado del hombre paralelamente y su labor nunca se le reconoció. Pero ahora es otra historia, estamos en otro mundo y el hombre junto a la mujer somos protagonistas principales de esta nueva historia.
Cómo olvidar las constantes manifestaciones que las mujeres hicieron para lograr su objetivo de estar e instalarse a la par con el hombre, claro que hoy en día permanece el machismo en todas las expresiones, ya sea en la política, en la vida cotidiana y hasta en los deportes. Sin embargo, poco a poco todo eso que le estorbaba a la mujer con el tiempo supo saltar esa valla e ir dejando para la historia y ser contada por la misma mujer.
Cómo no recordar en nuestro país a aquellas mujeres que han participado en Juegos Olímpicos, trayendo al país medallas logradas en sendas batallas deportivas, lo que están e hicieron unas damitas con pantaloneta y guayos a la par como los hombres y han dejado en alto el nombre de Nariño y de Colombia en todos los estadios del país y del mundo jugando fútbol y además goleando a sus rivales sin ni siquiera arrugarse.
La representación de la mujer en la política siendo pareja para llegar a la presidencia, también al Senado y Cámara de Representantes. Asimismo encontramos a figuras femeninas en el arte y la cultura, y qué decir de la música, la cual nos sentimos orgullosos de lucir la bandera nacional en grandes escenarios junto a otras estrellas mundiales. En todas las áreas encontramos a nuestras bellas mujeres.
También las encontramos en la labor que mejor han podido realizar, como es la docencia. Ellas son la bandera y están poniendo el tesón liderando en el ministerio, las grandes universidades, colegios, logrando enormes resultados en las nuevas generaciones, las que serán el futuro de Colombia. Asimismo en la medicina no nos olvidemos de esas mujeres que le están poniendo el pecho controlando ese virus mortal que ha enfermado a medio país. Para no irnos tan lejos, a las mujeres que tenemos cerca de nosotros, como mis compañeras de trabajo, son el orgullo y tesón del día a día.
Y para no dejar a un lado a las mujeres que conforman mi familia, mis hermosas hermanas, las que sin su ayuda no se habría dado un paso, mi madre ya instalada en el cielo, mis cuñadas que trajeron al mundo hermosos sobrinos y mis dos retoños que son la luz de mis ojos, las que están y estarán ancladas en mi corazón por siempre y, a todas mis amistades femeninas, para todas ellas un feliz y merecido día de la mujer, con rosas y claveles.
POR: MIGUEL HERNANDEZ