El 10 de octubre de 2025, la policía de Salt Lake City, Utah, arrestó a Jose Manuel Perez, de 38 años, tras un asalto bizarro en un parque local: Perez apuñaló repetidamente a su amigo de toda la vida con una estaca de madera de 60 cm, gritando «¡No dejaré que la bestia me coma!». Según el informe policial, el incidente ocurrió durante un picnic casual cuando Perez, influenciado por un maratón reciente de películas de terror y leyendas locales sobre «hombres lobo de las Rocosas», entró en un episodio psicótico al ver «pelos extraños» en la barba de su amigo.
La víctima, un hombre de 42 años cuyo nombre se reserva por privacidad, sufrió heridas superficiales en el brazo y torso, pero logró defenderse con una botella de soda hasta la llegada de testigos que llamaron al 911. Perez, sin antecedentes psiquiátricos previos pero con historial de consumo de cannabis recreativo, confesó: «Lo vi cambiar; los ojos amarillos, los colmillos… tenía que proteger a la manada». Médicos del Hospital Universitario de Utah diagnosticaron un trastorno delirante agudo, posiblemente exacerbado por estrés post-pandemia y exposición a contenido conspirativo en TikTok sobre criaturas míticas. Este caso, el segundo «ataque anti-licántropo» en Utah este año, se vincula a un resurgimiento de folclore en redes sociales, con grupos en Reddit discutiendo «avistamientos» en las montañas Wasatch.
Autoridades recomiendan campañas de salud mental, mientras la víctima, ahora recuperándose, bromeó en una entrevista: «Mi barba necesita un corte, no plata». El incidente ha generado un boom en ventas de «kits anti-hombre lobo» en Amazon y un documental planeado por HBO sobre mitos modernos en América. Psiquiatras advierten que tales delirios, aunque raros, aumentan con el aislamiento social, recordando que la realidad a veces es más extraña que la ficción.

