por Salvar a su Familia en Mazatenango
Don Francisco Hernández tenía apenas 34 años, pero vivió con la fuerza, entrega y amor de toda una vida. El pasado fin de semana, en medio de un voraz incendio que consumió su hogar en Ciudad Nueva, Mazatenango, este hombre dio su último aliento luchando por lo que más amaba: su familia.
Mientras las llamas devoraban cada rincón de su vivienda, Don Francisco actuó sin pensar en sí mismo. Gritó, corrió, intentó contener lo imposible… todo por poner a salvo a su esposa, Blanca Monrroy, y a sus tres pequeños hijos. Su cuerpo, cubierto de quemaduras, resistió hasta que ya no pudo más.
Horas después, falleció en el Hospital Nacional, víctima de un paro cardíaco provocado por la gravedad de sus heridas.
Francisco Hernández no era una figura pública, no aparecía en televisión ni buscaba reconocimiento. Era un hombre sencillo, trabajador, de esos que se levantan cada mañana con la esperanza de forjar un mejor porvenir para su familia. Y lo dio todo.
Su sacrificio y amor paternal se convirtieron en un acto de heroísmo que hoy conmueve a una comunidad entera.
Que su memoria permanezca viva y su valentía jamás sea olvidada. Descanse en paz, Don Francisco.