Por: Jaime Goyes Andrade
Una gran polémica se ha desatado en todo el mundo por la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump de deportar a los migrantes de una manera muy inhumana, siendo trasladados esposados e incluso encadenados.
He leído muchos comentarios al respecto, pero hubo uno que me llamó mucho la atención por lo acertado de su afirmación.
Se trata de la Trabajadora Social, Nancy Yanet Montoya Hoyos, quien en su cuenta de Facebook publicó el siguiente comentario, el cual lo trascribo textualmente a continuación:
“A los que están defendiendo a Trump porque según ellos está obrando bien, no los voy a insultar ni a decir que son arrodillados ni nada de eso, (no seré yo quien lo diga) pero sí les voy a explicar algo que parece que no tienen muy claro.
Soy trabajadora social y trabajé algunos años con la OIM (Organización Internacional para las Migraciones) y también fui dos años, agente de sensibilización intercultural de la Cruz Roja Española, en el área de inmigrantes y refugiados.
‘Ingresar a un país de manera irregular o permanecer en un estatus irregular no es un delito penal sino una infracción de las regulaciones administrativas’ ni siquiera es correcto decir que es un migrante irregular, ya que la irregularidad no es de la persona sino de su situación. No es correcto llamar ilegal a un ser humano y tratarlo como delincuente.
‘La población migrante en situación irregular, son aquellas personas que se encuentran en movilidad temporal o migración que no cuentan con un documento migratorio para acreditar su estancia legal en el país’.
Si un gobernante decide repatriar a las personas que se encuentran en esta situación, está en todo su derecho, lo que no está bien es tratarlos como delincuentes.
Jamás pensé, en pleno siglo XXI, ver personas encadenadas como en la época de la esclavitud, sin haber cometido un delito. No es humano, ¡dejen de defender lo indefendible!
Y no sean tan miserables, permitan que nuestro presidente los defienda, también está en su derecho.
¿Se han detenido a pensar en los afectados? ¿En sus familias? La vida no es fácil, no nos la hagamos más difícil entre nosotros mismos. Dejemos por una vez, de opinar desde el privilegio”.
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