Carlos Gallardo
Soñar no es para cobardes. Soñar es para valientes. Para quienes están dispuestos a levantarse temprano y acostarse tarde, con el corazón lleno de ganas y la mente puesta en lo que quieren construir. Yo no nací con las cosas dadas, y por eso cada paso que doy es una victoria. Estoy cumpliendo mis sueños porque decidí no traicionarlos. Porque entendí que lo que no se trabaja, no se logra. Y porque supe, desde el fondo de mi alma, que vine a este mundo a dejar huella con gallardía.
Hoy estoy enfocado como nunca. Uno de mis mayores sueños es profesionalizar mi podcast Entrevista con El Gallardo. No quiero que sea solo una serie de conversaciones, quiero que sea una plataforma de inspiración, una vitrina de talento, una herramienta que conecte almas, que cuente lo que otros callan, que encienda la pasión en quienes lo escuchen. Y lo estoy logrando, paso a paso, con esfuerzo, con disciplina y con visión.
Otro de mis sueños es lanzarme oficialmente como artista popular. No cualquiera se atreve a transformar su dolor en arte, pero yo lo estoy haciendo. El 13 de diciembre de este año 2025, será la fecha oficial en la que La Gallardía del Despecho se presente al mundo y sé que ese día marcará un antes y un después en mi vida. Estoy preparando algo grande, real, honesto, con el apoyo de quienes creen en mí, porque esto no lo estoy haciendo solo, lo estoy haciendo con amor y con respaldo.
También estoy escribiendo un libro. Se va a llamar Hazlo con Gallardía, como esta columna. Porque si algo he aprendido es que no se necesita tenerlo todo para empezar, pero sí se necesita carácter para no abandonar. En ese libro contaré mi historia, mis luchas, mis aprendizajes. Quiero que quien lo lea se sienta acompañado, empujado, motivado a seguir, a no rendirse, a creérsela, como me dijo un buen amigo y uno de los mejores empresarios de Nariño.
Y quiero más. Quiero pararme frente a públicos y dictar conferencias. De motivación, de enfoque, de superación. Basadas en mis propias experiencias y en todo lo que he aprendido entrevistando a emprendedores, artistas, deportistas, políticos, trabajadores, soñadores. Quiero ser un puente entre la historia de otros y la inspiración de muchos.
Esto que estoy construyendo no es producto de la suerte. Es resultado de mi fe, de mi trabajo, de mi disciplina. Estoy demostrando que sí se puede. Y si yo puedo, tú también puedes. Pero no lo hagas a medias, no lo hagas con miedo. Hazlo con fuerza, con alma, con pasión.
La vida no premia a los más rápidos, sino a los más constantes. He aprendido que no basta con tener talento, hay que tener coraje, hay que tener resistencia emocional, hay que seguir cuando todo parece en contra. Por eso me levanto todos los días con una sola consigna en la cabeza, avanzar. Aunque sea lento, aunque duela, aunque no tenga todas las respuestas. Porque cada día que lucho por mis sueños, estoy un paso más cerca de alcanzarlos. Y eso, para mí, ya es un triunfo.