EDITORIAL

¡HAY QUE SALVAR AL DEPORTIVO PASTO!

Lamentable desde todo punto de vista nos parece la situación por la que atraviesa en estos momentos el Deportivo Pasto, equipo que a través de los años se ha convertido en una de las instituciones más queridas por los nariñenses.

Por eso es nuestro clamor en el sentido de que ¡Hay que salvar a nuestro Deportivo Pasto!, puesto que, en el marco del torneo colombiano, vemos con enorme preocupación, como fecha tras fecha, el equipo se hunde en los últimos lugares del tablero general de posiciones.

Pero eso no es lo más grave. Ante la reiteración de los malos resultados el fantasma del descenso que antes se veía tan lejano, ahora está más cerca que nunca.

Sobra decir que lo peor que le podría pasar a nuestra región es que el Deportivo Pasto se fuera a la categoría B del fútbol profesional colombiano. Esto sería nefasto para diferentes sectores de nuestra economía, la cual, en estos momentos, apenas comienza a recuperarse después de la crisis histórica que todos afrontamos a consecuencia de la pandemia de Covid-19.

Ese es el motivo por que hoy lancemos esta voz de alerta temprana para ver que se puede hacer para rescatar a la institución que todos queremos. En ese sentido, lo que se observa es que el equipo durante mucho tiempo ha tenido muy mal manejo administrativo, situación que ahora está pasando factura con los pésimos resultados que se han registrado en la actual temporada.

 

«No se puede escatimar ninguna clase de esfuerzos para evitar algo tan terrible para nuestros intereses, como lo sería el perder la categoría. Ojalá, entonces, los manejadores del Deportivo Pasto, entiendan la gravedad del asunto y dejando su terquedad a un lado, empiecen a pensar que, en las actuales circunstancias, la prioridad es salvar al equipo».

 

Como todavía hay tiempo de rescatar al Deportivo Pasto del abismo al que, como están las cosas va encaminado a toda máquina, nuestra petición a los señores directicos del equipo y en especial a su señor presidente, es para que antepongan sus intereses personales y piensan en la figura de la Sociedad Anónima, como la alternativa más viable para que el equipo comience a retomar su rumbo.

Todos sabemos que la Sociedad Anónima representa muchos más asociados y muchos más inversionistas, lo que naturalmente se debe reflejar en las arcas de la institución. Esto permitiría primero que todo, contratar jugadores de primer nivel, así como cuerpos técnicos de peso, para conformar un equipo competitivo como se requiere con urgencia en estos instantes de grave crisis.

Sabemos de los intentos de cambio que se han hecho, puesto que no es la primera vez que el Deportivo Pasto se ve abocado a crisis similares. Por lo tanto, hoy, cuando ya prácticamente nos vemos resignados a no estar entre los 8 clasificados, puesto que nos estamos ahogando en el fondo de la tabla, al menos debemos salvar el sombrero y esto quiere decir, permanecer en la máxima categoría del fútbol profesional colombiano.

Consideramos que los señores directivos del Deportivo Pasto y su presidente no pueden ser tan ciego y obtusos para no darse cuenta que el equipo está encaminado a lo que sería uno de los más grandes fracasos de los últimos años: el descender a la categoría B. Esto es algo que se no debe permitir, puesto que alrededor de nuestro Deportivo Pasto hay muchas cosas positivas para la ciudad capital y el departamento, que se perderían de manera inmediata una vez el equipo caiga a la categoría B.

Sabemos muy bien que, de manera directa e indirecta, del Deportivo Pasto dependen miles de personas. Por esa razón no se puede escatimar ninguna clase de esfuerzos para evitar algo tan terrible para nuestros intereses, como lo sería el perder la categoría. Ojalá entonces, los manejadores del Deportivo Pasto entiendan la gravedad del asunto y dejando su terquedad a un lado, empiecen a pensar que, en las actuales circunstancias, la prioridad es salvar al equipo.