La vida sería muy aburrida sin los problemas que nos sirven para redoblar nuestros esfuerzos para salir adelante.
Y, precisamente problemas y bastante graves son los que tenemos en estos primeros días del año en nuestro Departamento de Nariño, a consecuencia del cierre de la vía Panamericana, en el sector de Rosas, en el Cauca.
Ayer, en este espacio Editorial, nos referimos a los efectos negativos que nos esperan ante el enorme deslizamiento de tierra que de manera abrupta deja a Nariño, en una situación difícil e incierta.
Es por ello que desde las últimas horas nos acecha el fantasma del desabastecimiento, puesto que con justa razón se cree que vamos a tener muchos inconvenientes en Pasto y en Nariño, con el suministro de la gasolina, el gas, los alimentos para animales, especialmente para las aves, a la vez que se afectará el comercio de productos agrícolas, lo que ya comenzó a causar grandes perjuicios al sector papero.
«Nuestro perentorio llamado es para que el Gobierno Nacional no vacile en aplicar mano dura en contra de quienes se están aprovechando dee la desgracia y necesidades de los demás, para llenarse sus bolsillos. Esto merece el mayor castigo».
Naturalmente, que, por parte de los gobiernos nacional y departamental, ya se empezaron a dar a conocer algunas alternativas tendientes a mitigar un problema que se nos antoja bastante grande, por lo que debemos estar muy atentos a las recomendaciones que hagan las autoridades, puesto que lo importante ante la emergencia que empezamos a afrontar es no dejarnos “achicopalar” como se dice de manera popular, sino trabajar de manera unidad, en busca de las mejores soluciones que nos sirvan para solucionar en algo, el tremendo problema que de manera inesperada nos cayó encima,
Nos preocupa eso sí y, bastante, por cierto, los anuncios que se hicieron ayer en torno a que los daños causados por el deslizamiento de tierra en la vía Panamericana, son tan grandes, que no hay lugar a esperar soluciones a corto plazo, como se pensaba en un principio.
No, de acuerdo con la opinión dada a conocer por los especialistas, “yéndonos bien”, la posibilidad de reabrir la vía está a tres largos meses y eso que no queremos mencionar otros inquietantes puntos de vista que se refieren a que la vía solo se podrá volver a utilizar dentro de seis meses.
Ante ese panorama nos parece que tendremos que reinventarnos en muchos aspectos, en el objetivo de salir adelante. Entonces para viajar y también para transportar productos agrícolas y otros elementos, tendremos que apelar a otras rutas en las cuales no habrá más remedio que soportar largos desplazamientos, posiblemente en condiciones poco seguras.
En ese sentido, consideramos que, en las actuales circunstancias, se requiere con urgencia de una eficaz ayuda por parte del Gobierno Nacional en la implementación de toda clase de mecanismos para enfrentar la emergencia. No es posible, como lo manifestamos ayer, que se esté aplicando el adagio de “al caído caerle” en lo que tiene que ver con la actitud asumida por la mayoría de las aerolíneas, las que, una vez presentada la emergencia, de inmediato procedieron a subir de manera astronómica, el costo de los tiquetes aéreos.
Con lo anterior, se dio lugar a una infame especulación, puesto que un pasaje aéreo entre Pasto y Bogotá, tuvo un costo de 3 millones de pesos, hecho aberrante, en desarrollo del cual, no hubo ninguna clase de solidaridad, para los miles de personas que se vieron afectadas por el bloqueo de la vía Panamericana.
En ese sentido, nuestro perentorio llamado es para que el Gobierno Nacional no vacile en aplicar mano dura en contra de quienes se están aprovechando dee la desgracia y necesidades de los demás, para llenarse sus bolsillos. Esto merece el mayor castigo.

