Hallaron muerto a un joven que estaba desaparecido en Leiva

Con el corazón en la mano, los habitantes del municipio de Leiva, Nariño, recibieron la devastadora noticia del hallazgo sin vida de Diyer Muñoz Muñoz, un joven que había sido reportado como desaparecido días atrás. El cuerpo fue encontrado el pasado 3 de junio en el río San Pablo, por comuneros de la zona que apoyaban activamente su búsqueda.

Desde el momento en que se reportó su desaparición, líderes, lideresas y miembros de la comunidad se volcaron en la tarea de encontrarlo. Las esperanzas se mantenían vivas, pero el descubrimiento de su cadáver acabó con toda ilusión y dejó una profunda herida en su familia y en el pueblo.

Hasta el momento, se desconocen los hechos exactos que llevaron a la muerte del joven. Las autoridades ya iniciaron una investigación para esclarecer si se trató de un accidente o si hubo circunstancias violentas detrás de su desaparición y posterior hallazgo.

Labores de búsqueda

El caso de Diyer Muñoz ha conmocionado profundamente al municipio. Su desaparición generó una fuerte movilización social en Leiva, donde vecinos, líderes sociales y autoridades locales se organizaron para apoyar las labores de búsqueda.

A través de un comunicado, la comunidad agradeció la solidaridad y el acompañamiento de todos aquellos que participaron en la búsqueda, y expresaron su dolor ante el desenlace trágico. “Agradecemos a toda la comunidad, a los líderes y lideresas que se unieron con solidaridad. Hoy, más que nunca, necesitamos permanecer unidos”, afirmaron.

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Causas

Esa es la gran incógnita que ahora inquieta a los habitantes de Leiva. Las autoridades locales, en conjunto con Medicina Legal y la Fiscalía, trabajan en la recolección de pruebas para determinar las causas de la muerte de Diyer. Hasta ahora no se ha descartado ninguna hipótesis.

La familia del joven pide respeto por el proceso de duelo y exige que se esclarezca lo ocurrido para que no quede impune, en caso de tratarse de un acto criminal. Este nuevo caso ha reavivado los reclamos de las comunidades rurales e indígenas del norte de Nariño, quienes aseguran vivir en constante vulnerabilidad y con poca presencia del Estado. Organizaciones defensoras de derechos humanos han alzado la voz para exigir atención urgente a estos territorios donde, afirman, la vida se pierde con demasiada facilidad y el olvido estatal es una constante.