La guerra no da tregua en el suroccidente del país. Esta vez, la violencia sacudió la Vía Binacional Espriella–Mataje, en jurisdicción del municipio de Tumaco, Nariño, cuando un grupo de soldados del Ejército Nacional fue atacado en plena labor de control. El hecho ocurrió en la noche del martes, alrededor de las 8:00 p.m., en el kilómetro 46+3, cuando desconocidos emboscaron a los uniformados con una ráfaga de disparos lanzados desde una camioneta en movimiento.
La información fue confirmada por el coronel Javier Hernando Valenzuela Cabrera, quien aseguró que el ataque se produjo de manera sorpresiva mientras se realizaba un retén militar en condiciones normales. “De pronto apareció una camioneta que, antes de llegar al punto de control, comenzó a disparar sin previo aviso contra nuestros soldados”, relató el alto oficial.
Cruce De disparos
Pero lo más insólito y alarmante de esta historia vino segundos después: en medio del cruce de disparos, una de las puertas traseras del vehículo se abrió y desde allí fue arrojada una mujer menor de edad, quien cayó estrepitosamente sobre el asfalto, gritando por ayuda.
Los soldados, al ver la escena, cesaron el fuego para auxiliar a la menor, quien se encontraba herida y visiblemente alterada. Esta maniobra fue aprovechada por los atacantes para escapar del lugar sin dejar rastro, en lo que parece haber sido un plan fríamente calculado.
Fuentes militares aseguran que la menor fue utilizada como una especie de “carnada humana”, en un acto cruel que pone de relieve el nivel de descomposición de los grupos armados que operan en la región.
Capturan a sospechosos
Minutos después del ataque, aparecieron varios sujetos a bordo de motocicletas, portando escopetas, quienes fueron interceptados por las tropas para establecer su identidad y verificar si tenían relación con el atentado.
Los individuos fueron detenidos para ser objeto de verificación e investigación. A esta hora, las autoridades adelantan operativos de búsqueda en la zona para ubicar a los responsables del ataque y esclarecer si hay vínculos con estructuras armadas ilegales que operan en el cordón fronterizo entre Colombia y Ecuador. La vía Espriella–Mataje es conocida por ser un corredor estratégico para el narcotráfico, el contrabando y el paso de grupos armados ilegales. El constante accionar violento en esta zona fronteriza ha convertido este tramo en un escenario de guerra no declarada, donde los civiles, como en este caso, terminan siendo las principales víctimas.

