Desafortunadamente en nuestro hermoso país Colombia, existen muchas groserías que dejan entrever el mal camino por el que se atraviesa en la región.
Al decir groserías, no me estoy refiriendo a las malas palabras o insultos, sino a las situaciones que se viven en el país y que demuestran que acá siempre se favorecerá a los que más poder tienen y se hundirá a los más humildes.
Para los que todavía no saben a qué me refiero, se los explicaré con varios ejemplos:
Grosería es que los servicios públicos, el transporte, los alimentos, suban cada mes de precio.
Grosería es que los congresistas ganen una pensión de más de 40 millones de pesos por solo trabajar 16 años, sin importar la edad que tengan, mientras que el pueblo, para ganarse una pensión de solo 1 millón de pesos tenga que trabajar como 30 años y esperar a cumplir más de 60 años de edad.
Grosería es que un ciudadano que lleva pagando la cuota de salud durante muchos años, le quiten los servicios por atrasarse unos dos meses. Y eso sin contar con la grosería mayor que muchos tienen que poner tutelas para poder recibir medicamentos.
Grosería es que le cobren a la gente una cuota alta de aseo, cuando las calles permanecen sucias.
Grosería es que aunque la Policía capture a peligrosos delincuentes que andan atracando todos los días en las calles, la justicia los deje libres, por supuestamente ser ´delitos menores´.
Grosería es la cantidad de peajes que existen en distintas vías y éstas se encuentren en pésimo estado.
Grosería es que los políticos cuando están en época electoral dicen que van a ayudar al pueblo y cuando son elegidos se olvidan de los que votaron por ellos.
Grosería es que traigan de China productos tradicionales colombianos, a precios muy bajos, quebrando a nuestros artesanos.
Grosería es que el Gobierno diga que se ha mejorado el problema de inseguridad, cuando a la gente la atracan hasta dentro de sus propias viviendas.
Grosería es que las personas no puedan conseguir un trabajo digno, sino tiene la ‘palanca’ de algún político.
En fin son tantas las groserías colombianas, que necesitaría unas diez páginas de este periódico.
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