El sistema de salud en el departamento de Nariño enfrenta una crisis financiera de gran magnitud. Así lo advirtió la directora del Instituto Departamental de Salud de Nariño (IDSN), Ana Belén Arteaga Torres, quien expresó su profunda preocupación por la creciente iliquidez provocada por las millonarias deudas que las EPS mantienen con los prestadores de servicios de salud.
Con corte a junio de 2025, la cartera total adeudada en el departamento asciende a 1.88 billones de pesos, una cifra alarmante que compromete la sostenibilidad del sistema. Las cifras reveladas muestran que el mayor pasivo está concentrado en Emssanar, que adeuda aproximadamente $670 mil millones, equivalente al 36% del total.
Le siguen Nueva EPS con $545 mil millones, Mallamas con $268 mil millones, Asmed Salud con $235 mil millones, Sanitas con $144 mil millones, y Famisanar con $16 mil millones.
Inspección
A pesar de que el IDSN no tiene competencia sancionatoria directa sobre las EPS, la directora señaló que desde el Instituto se realiza una inspección y vigilancia constante, y que esta información es reportada de forma sistemática a la Superintendencia Nacional de Salud.
«Estamos frente a un panorama crítico que no solo afecta la estabilidad financiera del sistema, sino también la calidad y oportunidad en la atención a los usuarios», afirmó Arteaga.
Según indicó, uno de los sectores más impactados por esta crisis es el de los gestores farmacéuticos, a quienes las EPS les adeudan un total de $74 mil millones de pesos. En este rubro, la mayor deuda la tiene Mallamas, con más de $21 mil millones pendientes de pago.
Necesidad
La funcionaria enfatizó en la necesidad urgente de que el Gobierno Nacional tome medidas estructurales para resolver este problema de raíz. «Es importante que se definan acciones concretas para revisar la suficiencia de la Unidad de Pago por Capitación (UPC), tal como lo ha señalado la Corte Constitucional», explicó.
Arteaga también hizo énfasis en las grandes brechas que se están generando en el sistema de salud, pues la falta de liquidez dificulta la capacidad de respuesta de los prestadores. «Cuando no hay flujo de recursos, la atención se deteriora, y quienes sufren las consecuencias son los pacientes», dijo.
Estudiar
Desde el Ministerio de Salud, según informó la directora, ya se han iniciado mesas técnicas para estudiar la situación, pero desde los entes territoriales se espera que estas concluyan en acciones efectivas que garanticen los recursos necesarios y permitan evitar las dificultades de acceso que enfrenta la población.
Finalmente, el IDSN reiteró que continuará con el seguimiento permanente al flujo de recursos y a las obligaciones financieras de las EPS. “Estamos comprometidos con la defensa del derecho fundamental a la salud, y haremos todo lo que esté en nuestras manos para que la situación se estabilice y no se sigan afectando los usuarios del sistema”, concluyó Arteaga.