El presidente Gustavo Petro respaldó públicamente las declaraciones de la ministra de Transporte, María Fernanda Rojas, sobre la necesidad de democratizar los precios de los tiquetes aéreos en Colombia, luego de que se evidenciaran diferencias poco razonables entre tarifas de vuelos nacionales e internacionales. La ministra señaló que no resulta lógico que un tiquete económico a destinos como Cartagena tenga un costo similar al de un vuelo hacia Miami, por lo que hizo un llamado directo a las aerolíneas para revisar su política tarifaria.
Durante una rueda de prensa, la ministra explicó que el Gobierno está evaluando la implementación de límites tarifarios voluntarios, acompañados de incentivos que permitan a las aerolíneas reducir precios en beneficio de los usuarios. Esta propuesta se plantea en el contexto de situaciones excepcionales, como la emergencia vial en la vía al Llano, donde el transporte aéreo se convierte en una alternativa esencial para la movilidad de los ciudadanos.
En respuesta a estas declaraciones, el presidente Petro amplió el debate y afirmó que la democratización de los precios de los tiquetes aéreos no depende únicamente de las tarifas, sino también de la asignación de slots aeroportuarios —es decir, los horarios y puertas de despegue y aterrizaje— que administra la Aeronáutica Civil. Según el mandatario, la concentración de estos slots en pocas aerolíneas, especialmente cuando se trata de empresas extranjeras con posición dominante, genera condiciones de cuasi monopolio que terminan elevando los precios para los pasajeros colombianos.
Petro sostuvo que la clave para reducir los costos del transporte aéreo está en una política de democratización de los slots, orientada a ampliar la competencia. En ese sentido, planteó que la Aerocivil debe priorizar una distribución más equitativa de estos espacios, promoviendo la entrada de más aerolíneas nacionales e internacionales, el fortalecimiento de aeropuertos turísticos y una mayor conectividad del país con los cinco continentes, lo cual permitiría dinamizar el mercado y presionar a la baja los precios.
Adicionalmente, el presidente vinculó esta política con el fortalecimiento de la seguridad en puertos y aeropuertos, al advertir sobre la existencia de mafias asociadas al narcotráfico y al contrabando que operan en estas infraestructuras. Criticó la falta de control efectivo, mencionando problemas como la desactivación arbitraria de radares y un bajo nivel de investigación sobre la salida de cocaína por aeropuertos clave como Bogotá, Medellín, Cali, Cartagena y Santa Marta, así como el ingreso de contrabando que, según señaló, funciona como mecanismo de lavado de dinero.
Finalmente, Petro cuestionó el papel de algunas concesiones privadas, afirmando que su falta de interés en fortalecer los controles ha contribuido a la “narcotización” de la aviación en el país. Con estas declaraciones, el mandatario dejó claro que la política de transporte aéreo del Gobierno busca no solo reducir tarifas y aumentar la competencia, sino también reforzar la seguridad y la soberanía del Estado sobre la infraestructura estratégica, como parte de un enfoque integral para transformar el sector aéreo en Colombia.