El Ministerio del Trabajo anunció el inicio formal del proceso de negociación del salario mínimo para el año 2026, un procedimiento que se desarrollará durante la primera mitad de diciembre y que involucra a trabajadores, empresarios y al Gobierno. La concertación comenzará el 1 de diciembre y tendrá como primera fecha límite el 15 de diciembre para intentar alcanzar un acuerdo. Si no se logra consenso, el Gobierno tendrá hasta el 30 de diciembre para establecer el aumento mediante decreto.
El proceso se llevará a cabo dentro de la Comisión de Concertación de Políticas Salariales y Laborales, un espacio tripartito compuesto por representantes de las centrales obreras, gremios empresariales y el Ejecutivo. Antes del inicio de las conversaciones, el DANE presentará el 28 de noviembre su informe de productividad, un documento fundamental que sirve como insumo técnico para las decisiones de incremento.
Durante la presentación del calendario, el ministro del Trabajo, Antonio Sanguino, expresó optimismo sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo consensuado. Subrayó que el Gobierno del presidente Gustavo Petro ha impulsado una política de aumentos reales del salario mínimo —incrementos superiores a la inflación— con un acumulado del 37,6% desde 2022. Según Sanguino, esta estrategia ha contribuido a mejorar variables macroeconómicas relevantes: un crecimiento del PIB de 2,7% anual (3,6% en el último trimestre), la tasa de desempleo más baja del siglo (8,2%) y una inflación contenida en 5,5%.
El Gobierno asegura que, a diferencia de administraciones anteriores donde los aumentos iban casi ajustados a la inflación, los incrementos recientes han representado mejoras reales en el poder adquisitivo de los trabajadores. Esto, argumenta el Ministerio, ha fortalecido la economía al estimular el consumo y la productividad.
En el marco de la sesión, también se presentó un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) titulado “Fijación de salarios para ingresos vitales”. Ítalo Cardona, director de la OIT para los Países Andinos, explicó el concepto de “salario vital”, entendido como un ingreso capaz de cubrir las necesidades básicas de una familia. De acuerdo con las estimaciones del organismo, un salario vital para una familia de cuatro personas en Colombia rondaría los tres millones de pesos mensuales. Aunque no se trata de una propuesta directa de incremento, esta cifra podría servir como referencia en las discusiones sobre el salario mínimo de 2026.
La negociación que inicia busca equilibrar tres ejes fundamentales: garantizar mejores condiciones para los trabajadores, mantener la sostenibilidad y competitividad de las empresas, y asegurar coherencia con la política económica del Gobierno. Las discusiones de diciembre serán determinantes para conocer el valor final del salario mínimo que regirá a partir del próximo año.