El presidente de la República, Gustavo Petro, puso en marcha este viernes en el municipio de Roberto Payán (Nariño) una estrategia del Gobierno Nacional destinada a fortalecer la erradicación voluntaria de cultivos ilícitos, con la participación directa de las comunidades rurales. La iniciativa se implementa a través de los Grupos Comunitarios de Apoyo a la Erradicación de Cultivos de Uso Ilícito, concebidos para promover la sustitución de economías ilegales por alternativas productivas sostenibles.
Trabajo colectivo para transformar territorios
Los Grupos Comunitarios fueron diseñados para acelerar el proceso de erradicación manual de cultivos ilícitos, reduciendo tiempos y riesgos en comparación con la erradicación individual. Según cifras oficiales, mientras una persona puede tardar hasta un mes en eliminar una hectárea de hoja de coca de forma manual, la acción organizada en grupo permitiría completar esta labor en un solo día, aumentando la eficiencia de las jornadas y promoviendo la cooperación comunitaria.
La jornada de lanzamiento se llevó a cabo en la vereda Pumbí, con la asistencia de cerca de 1.500 campesinos y comunidades afrodescendientes del Pacífico nariñense, en lo que fue catalogado como un acto histórico, dada la importancia social y simbólica del evento.
Enfoque territorial y desarrollo sostenible
La iniciativa forma parte de la política de “Paz Total” y del enfoque territorial promovido por el Gobierno, que busca priorizar el liderazgo local, la protección de las familias campesinas y la generación de alternativas económicas legales. El programa incluye proyectos productivos como el cultivo de cacao, con el objetivo de abrir mercados nacionales e internacionales y ofrecer opciones económicas viables frente a la producción de coca.
Durante el lanzamiento, representantes diplomáticos de países como Bélgica, Austria y España expresaron su respaldo al modelo comunitario de sustitución, resaltando la importancia de la cooperación internacional para consolidar procesos de transformación en regiones históricamente afectadas por economías ilegales.
Objetivos y expectativas
El Gobierno ha enfatizado que la erradicación comunitaria busca no solo eliminar cultivos ilícitos de manera sostenible, sino también fortalecer la autonomía económica y social de las comunidades rurales, disminuir la violencia asociada a economías ilegales y consolidar la presencia estatal en territorios con altos índices de cultivo. Nariño se ha convertido en un escenario estratégico para este tipo de acciones, dada su histórica relación con la producción de hoja de coca.
Las autoridades esperan que esta estrategia permita avances significativos en la sustitución concertada de cultivos, así como mayores oportunidades de desarrollo rural que mejoren las condiciones de vida de los campesinos y promuevan la paz en uno de los departamentos más golpeados por la violencia y el narcotráfico.