El gobierno colombiano expresó hoy una fuerte condena contra el paro armado anunciado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que ha ordenado restricciones a la movilidad civil en varias regiones rurales bajo su control como parte de una “protesta” contra decisiones políticas externas.
Según la delegación de paz del Estado, además de los efectos del paro —que históricamente interrumpe transporte, comercio y normalidad ciudadana—, el ELN ha estado implicado en ataques contra instalaciones militares y policiales, y hay reportes de víctimas civiles en zonas afectadas. El gobierno calificó estas medidas como una amenaza directa a la seguridad de la población y llamó a reforzar presencia estatal para proteger vidas y garantizar el orden. AP News

