En un ejercicio de diálogo oportuno y concertado, la Gobernación de Nariño, en coordinación con el Ministerio del Interior y las autoridades del Resguardo Indígena Awá Piguambí Palangala, avanzó en la atención de las solicitudes de las comunidades, evitando posibles bloqueos en la vía al mar.
Según informó el secretario de Gobierno Departamental, Fredy Andrés Gámez, las comunidades se han declarado en Asamblea Permanente, pero sin afectar el tránsito. “Seguimos en constante comunicación con los líderes indígenas para atender sus necesidades”, aseguró el funcionario.
Articulación
Uno de los logros más significativos del proceso fue la entrega del registro solicitado por las comunidades Awá, un trámite que llevaba varios meses en espera y que, gracias a la gestión conjunta con el Gobierno Nacional, hoy avanza satisfactoriamente.
Además, se habilitaron mesas de articulación con organizaciones representativas como UNIPA, Camawari y Oripap, así como con pueblos indígenas vecinos como los Pastos y los Quillacingas. Estos espacios de diálogo permiten trabajar directamente en problemáticas estructurales del territorio.
Entre los temas abordados se destacan la conectividad vial y digital, el acceso a servicios de salud y educación, así como el fortalecimiento organizativo de las comunidades, todos considerados pilares para avanzar en una paz territorial sostenible.
Las autoridades reconocen que este tipo de concertaciones evitan tensiones sociales y promueven salidas estructurales. “El enfoque está en construir con las comunidades, no solo asistirlas de manera temporal”, subrayó Gámez.
Diálogo
Asimismo, desde la Gobernación se reiteró el compromiso de mantener el diálogo abierto y continuo, como garantía de respeto a los derechos de los pueblos indígenas y a la libre movilidad por las vías estratégicas del departamento.
Finalmente, la Secretaría de Gobierno anunció que, en caso de presentarse alguna novedad relacionada con la movilidad en esta zona, se informará de manera oportuna a la ciudadanía y a los actores del transporte.
Este ejercicio de articulación refleja la voluntad institucional de consolidar la paz a través del reconocimiento y la participación activa de las comunidades en la solución de sus propias problemáticas.