El 29 de noviembre de 2001 falleció George Harrison, guitarrista, compositor y productor británico, a los 58 años, tras una dura batalla contra el cáncer de pulmón. Hoy, 24 años después, su legado continúa vigente y su influencia se mantiene como una de las más profundas en la historia del rock.
Conocido como “el Beatle tranquilo” por su carácter introspectivo y espiritual, Harrison fue mucho más que el tercer compositor del cuarteto de Liverpool. Su aporte musical y cultural transformó la identidad de la banda y abrió nuevas puertas sonoras.
El joven que revolucionó la música
Harrison se unió a The Beatles con apenas 16 años. Aunque John Lennon y Paul McCartney dominaron la mayoría de las composiciones, logró hacerse un espacio con temas que se convirtieron en clásicos universales. Canciones como Here Comes the Sun, Taxman y Something marcaron su estilo y demostraron su sensibilidad melódica. Frank Sinatra llegó a calificar Something como “la mejor canción de amor jamás escrita”.
El Beatle espiritual
Su interés por la cultura india y la espiritualidad lo llevó a introducir instrumentos como el sitar en la música popular, ampliando las fronteras del rock. Esa búsqueda interior lo convirtió en un referente distinto dentro de la banda, capaz de unir tradición oriental con modernidad occidental.
Carrera en solitario y colaboraciones
Tras la separación de The Beatles, Harrison consolidó su prestigio con álbumes como All Things Must Pass
Además, cofundó el supergrupo Traveling Wilburys, junto a Bob Dylan, Tom Petty, Roy Orbison y Jeff Lynne, demostrando su versatilidad y capacidad de colaboración.
Un legado que no se apaga
La música de Harrison sigue inspirando a nuevas generaciones. Su guitarra, su voz discreta y su visión espiritual dejaron una huella que trasciende el tiempo. A 24 años de su partida, se reafirma que George Harrison no fue solo un Beatle, sino un creador que transformó la manera de entender la música y la cultura contemporánea.