El presidente Gustavo Petro anunció el relevo en la dirección de la Policía Nacional tras el asesinato de 13 uniformados ocurrido el pasado 17 de octubre en Amalfi, Antioquia, un hecho que conmocionó al país y generó un profundo debate sobre las estrategias de seguridad en las zonas más afectadas por el conflicto.
El mandatario confirmó que ha solicitado cambiar al actual director de la institución, al considerar que, pese al trabajo realizado, existen fallas estructurales que deben ser corregidas de manera profunda. En su declaración, Petro expresó: “La Policía va a cambiar. Ha hecho un gran trabajo, pero hay unas fallas que creo que tenemos que sobre montar profundamente. El tema de Amalfi, los muchachos de la Policía que murieron, lo he analizado”.
La decisión presidencial se da en el contexto de la emboscada perpetrada por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) contra un grupo de policías que realizaba labores de erradicación de cultivos ilícitos en una zona rural del municipio de Amalfi. Según los reportes oficiales, los uniformados fueron sorprendidos por explosivos enterrados y fuego cruzado, lo que dejó 13 agentes muertos en el cumplimiento de su deber. Este hecho, calificado como uno de los ataques más graves contra la fuerza pública en 2025, reveló los riesgos que enfrentan los operativos antidrogas en regiones dominadas por grupos armados ilegales.
Ante la magnitud de la tragedia, Petro manifestó la necesidad de evaluar los protocolos de seguridad y la coordinación entre las instituciones encargadas del orden público. También reiteró que el país necesita una reforma policial integral, orientada a fortalecer la inteligencia, la protección del personal y la articulación con las comunidades rurales en las zonas donde aún persisten economías ilegales y presencia de grupos insurgentes.
En ese contexto, se conoció que el general (r) William Rincón sería designado como el nuevo director de la Policía Nacional, cargo que se haría oficial el próximo 24 de octubre, durante una ceremonia en la Escuela General Santander. Rincón asumiría el liderazgo con el reto de restaurar la moral institucional, modernizar las estrategias operativas y garantizar que hechos como el de Amalfi no se repitan.
Mientras tanto, se informó que el general José Daniel Gualdrón permanecerá como subdirector de la Policía, manteniendo la continuidad en la estructura de mando. El Gobierno destacó la importancia de este relevo como parte de un proceso más amplio de renovación institucional y ajuste de estrategias de seguridad frente al recrudecimiento de la violencia en regiones donde el narcotráfico y los grupos armados ilegales siguen teniendo fuerte presencia.
El presidente Petro ha insistido en que la política de seguridad de su gobierno busca reducir la violencia mediante la transformación estructural de las fuerzas del Estado, priorizando el respeto por los derechos humanos y la construcción de confianza con las comunidades. No obstante, los hechos de Amalfi evidenciaron que la transición hacia un nuevo modelo de seguridad enfrenta serios desafíos operativos y de inteligencia, especialmente en zonas donde confluyen economías ilícitas, minería ilegal y cultivos de coca.
En conclusión, el relevo en la dirección de la Policía Nacional no solo responde a una coyuntura trágica, sino que simboliza la intención del Gobierno de replantear el papel de la institución en el actual contexto de seguridad nacional, buscando un equilibrio entre la eficacia operativa y la protección de la vida de los uniformados y las comunidades que habitan los territorios más vulnerables.