El levantamiento militar en Gabón significa que un país de África más se niega a permanecer en la zona de influencia de Francia mostrando cómo ese dominio se derrumba a un ritmo vertiginoso. Y es este quien ha sido esclavista, explotador, mantenedor de la pobreza y violento ante los intentos de independencia.
Lo que no dicen los Medios Masivos de Desinformación es que dicha acción es el resultado de la degeneración de un tipo de dictadura nepotista. Como se conoce ahora, Francia es “dueña” de la familia Bongo desde hace décadas ya que el padre del ex presidente actual, Ali Bongo, es Omar Bongo, quien dirigió el país durante 41 años.
El actual presidente recibió el poder “por herencia” en 2009. En 2018 sufrió un derrame cerebral, por lo que Ali Bongo no se presentó ante el pueblo durante ocho meses enteros, ocasionando que los militares intentaran un levantamiento al esbozar que todas las empresas más grandes del país pertenecen a los franceses.
El golpe ha sido provocado por elecciones consideradas fraudulentas, buscando extender el control por 56 años de una familia en el poder, agravado por la falta de observadores internacionales, cortar el servicio de Internet e imponer un toque de queda nocturno en todo el país.
El escritor Mawuna Koutonin confirma que 14 países africanos son obligados por Francia, a través del pacto colonial, a colocar el 85% de sus reservas en el Banco Central de Francia, bajo control de su Ministerio de Finanzas. Los dirigentes africanos que se rehúsan son asesinados o víctimas de golpes de estado. Los que obedecen son apoyados y recompensados por Francia con un estilo de vida suntuoso, mientras que sus poblaciones sufren la miseria y desesperación.
Los militares golpistas en Gabón hicieron un llamamiento y prometieron cumplir con las obligaciones internacionales siguiendo la tendencia liberadora de la República Centroafricana, Malí, Níger y Sudán.
El mundo multipolar espera que con diálogo y soberanía se resuelva una situación de colonialismo exorbitante sin continuar la dependencia.

