Confieso que creía que eso de las apuestas sobre quien va a ser el próximo papa, era producto de la tecnología de estos tiempos, por lo que ahora no tiene nada de raro que la lista de los cardenales favoritos a suceder a Francisco, aparezcan en las redes sociales, al lado de los partidos del fútbol profesional colombiano, con sus respectivos porcentajes de posibilidades.
Pero resulta que estaba equivocado y las tales apuestas papales, datan de hace 500 años y eran todo un negocio promocionado por los banqueros quienes, en tiempo de cónclave, recorrían las calles de Roma, incitando a la gente a apostar sobre su candidato favorito a convertirse en próximo papa.
La cosa era con todas las de la Ley con los corredores de banco romanos, quienes les ofrecían a sus clientes, el listado de los cardenales, con mayores posibilidades de ser electos papa, lo cual, en el siglo XVI, era todo un adelanto, puesto que estamos hablando del año 1503.
Lo cierto es que, con el paso del tiempo, las apuestas acaparaban la atención de todos. Es cierto que en esos lejanos años, no existían el Napoli, ni el Inter, ni el Torino, ni la Fiorentina, pero a la gente definitivamente le gustaba apostar en las elecciones papales, por lo que en el año 1591, el papa Gregorio XIV se enberracó al considerar que era una falta de respeto, el que la gente tomará a los cardenales como blancos de apuestas.
Así las cosas, Gregorio XIV pensó que esto de las apuestas estaba pasando de castaño a oscuro, por lo que las prohibió mediante bula papal so pena de excomunión. Pero a los romanos les importó un pito esa amenaza y siguieron en las mismas, con lo que se podría decir que nació el juego clandestino.
Finalmente, en 1918, la prohibición del papa Gregorio XIV fue deroga y desde entonces, en cada cónclave se apuestan enormes sumas de dinero, en torno al cardenal ganador, siendo Inglaterra el paìs donde más se mueve plata, cono ocurre en estos instantes donde el favorito de los aficionados, es el cardenal italiano, Pietro Parolin, por lo que las apuestas se inclinan por el cardenal que juega de local.
Como ya estamos a pocas horas para que se inicie el cónclave, ya estoy preparando mi apuesta a ver si me ganó algunos denarios que buena falta me están haciendo. Por ello, como el próximo papa voy a irme con Parolin, para lo cual pido la ayuda celestial del papa Francisco, quien fue su gran amigo. Esa apuesta la voy a combinar con ganando América y un empate entre Deportivo Pereira y Deportivo Pasto. ¡Que la fortuna nos favorezca!

