“Ejercer la dignidad no es conspirar”, afirmó en un encendido discurso en Cali, donde señaló bloqueos institucionales, exclusión y racismo dentro del Ejecutivo.
Después de semanas de silencio frente a los cuestionamientos públicos y las insinuaciones de conspiración en su contra, la vicepresidenta Francia Márquez alzó la voz. Lo hizo desde Cali, en el marco del Día de la Mujer Afrodescendiente, con un mensaje contundente dirigido —sin nombrarlo— al presidente Gustavo Petro y a otros altos funcionarios del Gobierno.
En su discurso, Márquez aseguró que ha sido víctima de exclusión sistemática, racismo institucional y ataques mediáticos. “No estoy aquí para quedarme callada. No voy a fingir que no duele”, dijo, conmovida, frente a un auditorio que celebró cada palabra como un acto de resistencia.
“Nos quieren para ganar elecciones, no para gobernar”
La vicepresidenta denunció que durante la campaña de 2022 fue “instrumentalizada para ganar votos”, en especial en regiones como el Pacífico colombiano, pero que luego fue marginada de la toma de decisiones. “Se nos quiere en la foto, pero no en el gobierno”, afirmó. Añadió que fue encargada de levantar el Ministerio de la Igualdad “sin estructura ni recursos”, y que, a pesar de las críticas por haber creado cinco viceministerios, lo hizo como respuesta a una exigencia del propio Ejecutivo.
También denunció que se le acusó de no ejecutar presupuesto cuando, en realidad, los fondos del nuevo ministerio eran manejados por un fondo externo controlado por el Ministerio de Hacienda. “Se promovió la idea de que, como soy negra, seguro robo”, sentenció, evidenciando el peso del racismo en los señalamientos en su contra.
“El precio de hablar es alto”
Márquez explicó su silencio de las últimas semanas afirmando que “ahora entiendo por qué tantas personas afrodescendientes que han llegado al poder se silencian. No porque no tengan ideas y capacidad para gobernar, sino porque el precio de hablar es alto”. Citó casos como el del ministro del Interior, Armando Benedetti, a quien ella había criticado en el pasado, y después de lo cual fue desplazada de la gestión directa del Ministerio de Igualdad.
Tampoco ignoró los recientes audios del excanciller Álvaro Leyva, en los que se la menciona como supuesta aliada en un plan para sacar a Petro del poder. “Disentir en el Gobierno que ayudé a elegir no es traicionar. Ejercer la dignidad no es conspirar”, dijo en referencia a esas acusaciones.
Resistencia, dignidad y antirracismo
Francia Márquez estuvo acompañada de la activista afroamericana Ángela Davis, a quien agradeció por su apoyo. Su discurso estuvo atravesado por citas de líderes y pensadores del movimiento afro, como James Baldwin, Patrice Lumumba y la misma Davis. “Somos mucho más que el racismo de Estado que hoy vivimos”, concluyó.
La intervención de la vicepresidenta reaviva un debate profundo dentro del Gobierno: el papel de Márquez en la administración, el tratamiento que ha recibido desde instancias oficiales, y los límites entre la lealtad política y el derecho a disentir.
Mientras tanto, Petro no ha respondido públicamente al discurso, pero su distancia con Márquez es evidente. La vicepresidenta, sin embargo, ha dejado claro que no se retirará en silencio. Su mensaje es claro: no está sola, y no está dispuesta a callar.

