Para fortalecer y mejorar el programa Comedores solidarios que se desarrolla en Pasto, la gestora social y la Secretaría de Bienestar Social realizaron un recorrido por los seis lugares en donde se ejecuta, con el objetivo de verificar el correcto funcionamiento de la estrategia. Como elemento adicional hicieron entrega de kits escolares a los niños y niñas, a través de la campaña Pasto, valiente y solidario.
Esta estrategia pretende mejorar el cuadro nutricional de los menores y espacios de aprendizaje.
“Gracias a este espacio los niños y niñas comen todo, comparten más tiempo con sus padres, les enseñan a saludar, a lavar sus manitos, aprenden muchas cosas y los padres estamos muy agradecidos”, dijo la beneficiaria del corregimiento de Buesaquillo, Sandra Rodríguez Jojoa.
Durante la vigencia 2022 se han puesto en funcionamiento seis Comedores solidarios ubicados en los barrios San Albano y Loma de Centenario, el sector de la plaza de mercado El Potrerillo y los corregimientos de Buesaquillo, Jongovito y Obonuco.
El fin es garantizar el complemento alimentario a los menores que viven en condiciones de vulnerabilidad. Además, la Administración local ha ampliado el cupo en los sectores donde se presenta mayor necesidad.
Realizan talleres
En este sentido la secretaria de Bienestar Social, Alexandra Jaramillo, aseguró que este programa tiene como finalidad atender casos en los que se puede mejorar y reforzar la nutrición de la población infantil en condiciones de vulnerabilidad. Realizar un acompañamiento a padres y madres no solo con la entrega de alimentos sino también con la realización de talleres que permitan mejorar la crianza y la salud de los infantes.
“Se entrega un complemento alimentario tres veces en semana, pero también se proporcionan talleres de hábitos de vida saludable, se enseña a los niños y niñas cómo sentarse en la mesa, el uso de los cubiertos y se generan espacios para dar a conocer a los padres de familia la importancia de la nutrición para sus hijos”, precisó.

