Flying Low acelera en Pasto con estilo y pasión

Pasto vibra al ritmo de los motores y el car audio. La cultura automovilística gana fuerza en la capital nariñense con la expansión del club Flying Low, una agrupación que reúne a entusiastas de los autos personalizados bajo un enfoque estético y de hermandad.

Daniel Esteban Sarasty, presidente del club, explica que el nombre Flying Low (volando bajo) refleja la esencia del grupo: vehículos con suspensiones muy bajas, dentro de un estilo que combina elegancia y originalidad. “No nos enfocamos tanto en el tuning extremo, sino en el euro style, buscando siempre mantener la esencia del carro”, afirma.

El club nació hace cuatro años en Pasto y hoy cuenta con 20 vehículos activos, con expectativas de sumar nuevos miembros. “Inicialmente éramos 15, pero el auge ha sido tal que estamos evaluando otros ingresos. Eso sí, buscamos calidad, no cantidad”, recalca Sarasty.

Trayectoria

Flying Low también ha dejado huella en otras ciudades como Cali y Bogotá, donde han tejido lazos con clubes similares. Uno de sus principales objetivos es organizar futuras integraciones y eventos de alto impacto a nivel nacional.

En la mayoría de los automóviles se ha implementado el sistema car audio, lo que les permite participar en exhibiciones donde se destaca no solo el sonido, sino el diseño y la personalización. “Cuando hay eventos de euro style, vamos en grupo, representando el nombre de la firma que ya está registrada legalmente”, comenta.

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Con una fuerte proyección para el segundo semestre de 2025, Flying Low apunta a organizar una nueva edición del Mith Show, un evento que busca reunir a los mejores exponentes del estilo automotor. “Queremos hacer algo más grande, con participación de otros clubes del país”, concluye el líder del grupo.

La pasión por los autos no solo se mide en caballos de fuerza, sino también en la dedicación, el estilo y la hermandad que nacen de esta cultura en expansión.