Luego de dos años de recesión a consecuencia de la pandemia de Covid-19, hoy los nariñenses y los colombianos nos disponemos a celebrar el tradicional Día de la Madre, sin las restricciones que desde marzo del 2020 impidieron que esta importante fecha, en el que le rendimos un merecido homenaje a los seres más adorables de la Creación como son las mamás, se pudiera realizar con la alegría a la que todos estamos acostumbrados.
Hoy regresamos a la compra de regalos, las invitaciones a almorzar en los hogares y restaurantes, lo que se constituye en el lado comercial de la fiesta, muchas veces criticada por algunos sectores, pero que a nosotros nos parece bien, puesto que las madres se merecen que sus hijos o hijas que así lo quieren, las colmen de presentes, con la absoluta seguridad de que su amor es tan enorme y desinteresado que, a ellas, solo les importa el bienestar de su familia, por encima de cualquier valioso regalo.
Por eso, hoy retomamos con el mayor entusiasmo esta hermosa celebración, en las que no solo en Nariño o en Colombia, sino en muchos países del mundo se exalta a las madres como el componente más importante de las sociedades.
Ellas son quienes, con su entrañable amor, sus permanentes cuidados, sus enseñanzas, nos formaron en valores y disciplina, para que hoy seamos hombres y mujeres de bien.
«Que se pudiera alcanzar ese reconocimiento a su sagrada misión en la vida, en cabeza de quien será el próximo presidente de la República, con el pleno respaldo de nuestros senadores y representantes, sería un excelente regalo para nuestras madres, que tanto se sacrifican por todos nosotros».
De otro lado, queremos destacar que, debido a ciertos factores de todos conocidos, ser madre en un país como Colombia siempre será para las madres y en general para todas las mujeres un gran desafío por las dificultades económicas que afrontan un elevado porcentaje de la población y las injusticias que, en materia de un trato equitativo, tanto las han afectado.
Esto quiere decir que, para las madres, conformar una familia, cuidarla con todo el amor del mundo y sacar adelante a unos hijos e hijas, muchas veces en medio de grandes sacrificios, es lo que las hace grandes en lo que se constituye en un trabajo donde se derrocha mucho amor, pero lamentablemente en nuestro país, no tiene las ayudas y privilegios de otros países.
Por ello, en un día tan transcendental como el de hoy, debemos reconocer que en este mundo moderno que vivimos, las madres, no solo son el corazón de las familias, sino que deben desempeñar una ardua labor, no solo en el hogar sino en su vida laboral y profesional, en un duro reto, en una sociedad como la nuestra, que a pesar de los valiosos e importantes cambios que se han hecho a favor de la equidad de género, sigue siendo abiertamente machista.
Por ello, en este Día de la Madre, cuando nos encontramos a 21 días para la primera vuelta de las elecciones presidenciales y unas semanas para la posesión del nuevo Senado de la República y de la Cámara de Representantes, nuestra petición es para que el nuevo mandatario nacional y nuestros congresistas, tengan en cuenta lo que significan las madres en nuestras vías y en nuestro país y se implementen a favor de ellas, políticas públicas destinadas a resaltar y valorar el rol protagónico que ellas juegan en nuestra sociedad.
Que se pudiera alcanzar ese reconocimiento a su sagrada misión en la vida, en cabeza de quien será el próximo Presidente de la República, con el pleno respaldo de nuestros senadores y representantes, sería un excelente regalo para nuestras madres, que tanto se sacrifican por todos nosotros.
Nuestras mamás que lo entregan todo por sus familias, son seres excepcionales que debemos adorar desde lo más profundo de nuestro corazón.
¡Feliz día mamás, puesto que ellas se merecen todas las cosas buenas que hay en el mundo!