Farid Duque, el productor colombiano que impulsa el ambicioso proyecto “Cine Sin Parar”

Durante años, el cine latinoamericano ha estado marcado por la tensión entre la creatividad artística y la escasez de recursos. Sin embargo, un productor colombiano está demostrando que la verdadera innovación no depende del presupuesto, sino de la visión. Se trata de Farid Duque, conocido en la industria como El Dukke, quien con su iniciativa “Cine Sin Parar” está replanteando la forma de producir y consumir cine en español.

El proyecto propone un modelo poco convencional: la producción de siete películas al año, todas con mensajes de transformación social, fe, superación personal y enfoque positivo. Una apuesta que desafía los esquemas tradicionales de la industria y que comienza a captar la atención internacional.

Del riesgo a la revolución creativa

Duque, productor, empresario y asesor de celebridades, decidió invertir en un modelo propio de creación cinematográfica basado en la independencia, la coherencia artística y el impacto cultural. “Quise demostrar que con pasión y propósito se puede alcanzar una calidad extraordinaria”, asegura.

Su trabajo ya ha sido reconocido por el Congreso de la República de Colombia, la Gobernación de Cundinamarca y el Comisionado de Miami-Dade, entidades que han destacado su aporte a la cultura y a la promoción de valores entre niños y jóvenes.

Una comunidad creativa sin fronteras

Hoy, Cine Sin Parar es mucho más que una productora: se ha convertido en una comunidad creativa multicultural que reúne directores, actores, músicos y técnicos de países como México, Estados Unidos, Venezuela, Puerto Rico, Ecuador y Colombia. Todos comparten un objetivo común: contar historias que inspiren y trasciendan.

Entre los talentos que han participado en el proyecto se encuentran Rafael Pedroza, Juan Pablo Llano, Eileen Roca, Joavany Álvarez, Tony Cortés y Javy Ferrer, nombres que aportan peso artístico y credibilidad al movimiento.

Las primeras siete películas —El Día de Mi Suerte, Enlazados, La Fe, Mi Primer Millón, El Proceso, La Cima y La Web— abordan temas como la familia, el perdón, la fe y la superación personal. Cada producción funciona como una cápsula emocional diseñada para conectar con audiencias que buscan contenidos con sentido, lejos del dramatismo vacío y la violencia estética.

Proyección internacional y nuevos horizontes

El impacto del proyecto ya se refleja en conversaciones avanzadas con plataformas internacionales como Netflix y Amazon para la adquisición de derechos de distribución, con cifras que se estiman en millones de dólares. Además, varios de los filmes apuntan a participar en los festivales de cine más importantes del mundo, con la misión de llevar mensajes positivos a escenarios globales.

El alcance de Duque va más allá del cine. Bajo su liderazgo han surgido iniciativas como los Premios “La Cima”, que reconocen a figuras del arte y la cultura; Artistas Cultura por Colombia, un festival itinerante que reúne a más de 20 celebridades; y “Proyecto Luz”, un concurso musical con enfoque social destinado a descubrir nuevas voces con propósito.

Una industria con conciencia

Actualmente, El Dukke trabaja en la segunda fase de “Cine Sin Parar”, que incluirá la producción de otras siete películas. Su objetivo no es solo conquistar nuevas pantallas, sino consolidar una industria audiovisual sostenible, inclusiva y exportable, capaz de posicionar a Latinoamérica como referente global del entretenimiento con conciencia.

“Estamos creando contenido que transforma, no solo que entretiene”, afirma Duque. Una frase que resume el espíritu de una generación que busca en el cine algo más que una historia: una razón para creer.